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Ypejhú, el pequeño distrito ubicado a 337 kilómetros de Asunción en la frontera seca con Brasil, es uno de los puntos más azotados por la presencia de los narcotraficantes. De hecho, Vilmar “Neneco” Acosta Marques, quien se desempeñaba como intendente de esta localidad, fue señalado en varias oportunidades por Medina como uno de los principales líderes del “negocio” en esa zona del decimocuarto departamento, incluso antes de ser elegido como jefe comunal. Sin embargo, las autoridades correspondientes nunca tomaron medida alguna contra el mismo.
A pesar de todo esto, la presencia policial en la zona sigue siendo escasa. Un ejemplo de ello es la ruta que une la ciudad de Curuguaty con Ypejhú, en la que no se ve a casi ningún efectivo para realizar controles. La situación se agrava aún más si se tiene en cuenta que en varias oportunidades pobladores denunciaron que vieron a Acosta Marques paseándose por la zona, incluso después de que se emitiera una orden de captura internacional en su contra.
La comisaría sexta de Ypejhú cuenta con apenas un puñado de agentes y solo una patrullera, pues la otra se encuentra en el taller. Con estos recursos, deben arreglárselas para atender no solo las cuestiones diarias sino también las relacionadas a la lucha contra el narcotráfico.
Esto favorece al regreso del terror que tanto denunciaba Pablo Medina.