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El legislador adelantó que ninguna visita o inspección que se les permita hacer a los senadores les hará cambiar de opinión.
“Es una cuestión de soberanía, de salud pública. Nosotros en el Senado habíamos aprobado una declaración en la cual se insta al Poder Ejecutivo a no aceptar una planta nuclear en zona de frontera. Eso sigue invariable”, manifestó el legislador.
Recordó que en un principio se había hablado de la instalación de una planta nuclear, que ya era grave, pero esto empeoró más aun cuando se anunció el traslado de la planta de uranio Dioxitek, clausurada en Córdoba, al mismo predio de 500 hectáreas ubicado en Formosa.
“Nosotros nos oponemos rotundamente a que se instale cualquier planta nuclear en la frontera con nuestro país. Si la Argentina quiere hacerlo más hacia adentro de su territorio, que lo haga, pero no en la frontera”, insistió el legislador.
Wiens ni siquiera confía en los informes que pueda remitir la Argentina. “Una cosa es lo que se pone en los papeles, otra muy diferente lo que se lleva a la práctica”, agregó.
Reconoció que la Cancillería trabajó para que las autoridades legislativas tengan información directa de los responsables de plantas nucleares de la Argentina, sin embargo, fue categórico al afirmar que no se puede permitir una planta nuclear en la frontera.
“Es nuestra posición. Nos debemos a la ciudadanía y no tenemos ninguna garantía que la planta nuclear bajo ninguna circunstancia dañará la salud de la población”, acotó.