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El exsenador colorado Estigarribia dijo que el procedimiento utilizado por la Cámara de Diputados para enmendar el error de haber aprobado un proyecto de ley fue “muy sui géneris” (muy peculiar).
Indicó que, en su experiencia como legislador, no recordaba que se hubiese dado un caso de esta naturaleza. Apuntó que el acta de cada sesión generalmente tiene correcciones de estilo, de frases o de forma, pero no para volverse atrás en la aprobación de una ley.
Estigarribia apuntó que la impresión que dan es que trataron de “salvar como pudieron” un error muy evidente y lo hicieron eligiendo una vía muy inusual.
Apuntó que lo ideal hubiese sido que continuase normalmente el proceso legislativo, que el proyecto se gire al Senado para su consideración y que, eventualmente, la cámara revisora corrija el error o rechace el documento para que este proyecto se archive.
Destacó que el camino elegido tiene el inconveniente de que sienta un mal precedente. Agregó que, por más que se diga que fue por única vez y que se salvó un error, este tipo de actitudes terminan contaminando la labor legislativa y se vuelve a repetir en el futuro, con la excusa de que alguna vez ya se hizo y no pasó nada.
No descartó que el afán de corregir el proyecto antes de enviarlo al Senado se debiese a la desconfianza entre ambas cámaras y a la posibilidad de que el proyecto termine siendo sancionado.
Una decisión polémica
La modificación de los artículos 82 y 83 del Código del Trabajo que la Cámara de Diputados aprobó otorga la posibilidad a los trabajadores que sean despedidos sin causa justificada puedan luego, por propia decisión, reintegrarse a su trabajo, siempre que ganen en la instancia judicial. El tema motivó reacciones en contra, ya que no menciona la aceptación del empleador. El mismo proyectista, diputado Éber Ovelar (ANR), admitió el error, aunque lo quiso adjudicar a “un error de transcripción” que se cometió en la comisión asesora.