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CIUDAD DEL ESTE (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). El director del diario regional Vanguardia, Nelson Zapata, declaró ayer ante el fiscal Marcelo Saldívar y se ratificó en su denuncia contra la funcionaria municipal y seccionalera Aida Molinas.
Igualmente presentó filmaciones y otras evidencias de las agresiones que sufrió por parte de la mujer y otros miembros de una turba que se manifestó en apoyo a la intendenta Sandra McLeod de Zacarías (ANR), sobre quien pesa un pedido de intervención.
El afectado contó que filmó cuando Aida Molinas golpeó a la empresaria Alison Anisimoff, integrante de la organización CDE Transparente. Afirmó que instantes después Molinas y otros intentaron evitar la filmación y por ello se abalanzaron sobre él hasta echarlo en el suelo donde siguieron agrediéndolo.
El comunicador recibió golpes en la cabeza y en partes del cuerpo. Según el diagnóstico médico realizado en el sanatorio Central, los golpes le ocasionaron una fisura en una costilla.
Evidencia
Zapata entregó a la fiscalía una filmación de lo ocurrido. La abogada del periodista, Yrma Núñez, pidió que se identifique a las otras personas que se observan en la filmación, para que Molinas y las mismas sean imputadas por perturbación de la paz pública, lesión y coacción, atendiendo que las mencionadas intentaron impedir que el comunicador realice su trabajo y luego trataron de borrar evidencia.
La agresión ocurrió el martes cuando una turba de funcionarios municipales, seccionaleros y seguidores de la intendenta Sandra McLeod fueron hasta la Junta Municipal para protestar contra la intervención del Municipio, que fue solicitada por los concejales opositores miembros del G7, quienes en ese momento estaban sesionando. La violenta protesta se dio ante la pasividad de unos 120 policías.
Tras la sesión los ediles no pudieron retirarse de inmediato porque la turba no los dejaba salir. El presidente de la Junta Municipal, Juan Carlos Barreto, pidió a la fiscala Karina Caballero que acudiera al lugar, pero esta le dijo que no era necesario porque no había ningún hecho punible. Esto consta en una grabación de la conversación.