Entre temor y amedrentamiento oficial

FORMOSA (Enviados especiales). La planta de uranio es un tema tabú en la sociedad formoseña. El ciudadano común no quiere opinar sobre el proyecto que es polémico desde el vamos, cuando hace unos cuatro años tomó fuerza con la entonces presidenta Cristina Fernández viuda de Kirchner. Nuestro diario pudo comprobar y sondeó la opinión de la gente, pero la respuesta fue temor a responder y desconocimiento.

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Al azar consultamos a una señora, de unos 70 años de edad, quien pidió no ser identificada. Nos dijo que ella está en contra de la planta de uranio porque perjudicará la salud de generaciones de formoseños. Expresó que la gente tiene temor para expresar su opinión en los medios de comunicación y participar de protestas ciudadanas que se dieron en varias ocasiones en repudio al proyecto.

En tanto, a un comerciante de la zona céntrica de Formosa le consultamos su opinión sobre Dioxitek. Respondió que en los medios de comunicación hay aguas divididas en torno a la planta de uranio, que va desde el apoyo hasta el repudio. Explicó que el ciudadano no quiere el debate porque tiene temor a represalias del gobierno provincial.

El régimen de Gildo

El equipo periodístico de nuestro diario vivió en carne propia el amedrentamiento oficial del gobierno de Gildo Insfrán, quien es descendiente de paraguayos. Policías de la provincia nos interrogó sobre el motivo de nuestra presencia en Formosa y por qué hacíamos tomas fotográficas.

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