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Desde la entrada al distrito de Paso Yobái, ubicada a 200 kilómetros de Asunción, se pueden observar enormes montículos de arena, producto de las excavaciones que se realizan en busca del oro.
En la mayoría de los casos los trabajos se llevan a cabo con maquinarias costosas, que representan inversiones millonarias de la empresa canadiense Latin American Mineral SA (Lampa SA), dirigida por Juan Carlos Benítez, y un grupito de políticos del departamento de Guairá, como el concejal departamental y gobernador de facto Óscar Chávez (colorado cartista).
El citado edil es poblador de Paso Yobái y uno de los “patrones” del oro con dominio casi absoluto sobre el negocio, según comentan algunos lugareños que no ocultan su temor al hablar de lo que califican “una mafia peor que la de la marihuana”.
El viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, afirmó hace unos días que Lampa SA es la única que tiene la concesión para la explotación de oro en el territorio de Paso Yobái. Precisó que la empresa obtuvo el permiso a través de la Ley 2079/2003, por 30 años, desde 2011. Desde entonces hasta 2016 declaró la extracción de 108 kilos del metal precioso.
El funcionario reconoció que la institución está al tanto de la existencia de personas que extraen ilegalmente el oro, pero que están trabajando en una ley para formalizar la actividad. El Estado no tiene control sobre el producto de las minas “clandestinas”, que en realidad funcionan ante la “vista gorda” de los habitantes y de los responsables de instituciones que deben fiscalizar, como el propio Viceministerio de Minas y Energía y la Secretaría del Ambiente (Seam).
En Paso Yobái es vox pópuli que Chávez maneja grandes minas de las compañías Jaguarete Paso, Torres Cue, San Antonio, Subestia y Nance. La mayoría está en las proximidades de arroyos y nacientes. El nombre de Chávez se relaciona también a la irregular venta del metal precioso.
La participación de otros políticos en el negocio y que tienen influencia a nivel nacional o departamental, depende de la coyuntura.
“Sociedades”
Hasta marzo de este año el gobernador de Guairá Rodolfo Friedmann Alfaro (colorado disidente) era “socio” y “amigo” de Chávez, pero el jefe departamental se unió a la disidencia colorada y todo cambió e incluso generó un conflicto sin precedentes por el sillón de la jefatura departamental. La “sociedad” tácita actualmente es con el senador Gustavo “Pipo” Alfonso (colorado cartista) y el consejero de la Itaipú Binacional Cándido Aguilera (colorado cartista).
Por otro lado se encuentran centenares de pequeños mineros que hacen la búsqueda del oro en forma artesanal. Utilizan herramientas rudimentarias, como picos, en el trabajo.
El oro extraído lo venden a través de intermediarios que son quienes se enriquecen, y es cuando nuevamente aparece la figura de Chávez. Los informales no logran mucho dinero, sino lo necesario para subsistir.
También están los jornaleros, que hacen el trabajo duro en las minas de los “adinerados” que compran las máquinas para la búsqueda del oro. Realizan esfuerzos de “esclavos” y reciben un pago máximo de G. 70.000 por día.
Organizados
Existen dos organizaciones: la Cooperativa de Mineros de Paso Yobái (liderada por Roberto Ruiz Díaz) con 467 socios y la Asociación de Mineros Artesanales de Paso Yobái (dirigida por Rubén Aguilera) con 150 asociados. Ambas luchan por formalizar sus actividades desde hace años, pero tropiezan con un aparato estatal que solo pone trabas.
Intentamos hablar con Chávez. Le llamamos varias veces a su teléfono (con terminación 279), pero no nos atendió. Le invitamos a comunicarse con nosotros para brindar su versión.
victor.barrera@abc.com.py alezcano@abc.com.py