Cargando...
Uno de los que acorralaron a los hermanos Acevedo fue el colorado Julio “Capelú” Benítez, quien inició una sistemática investigación sobre el origen de la dudosa fortuna en sociedad con el clan Jamil. Cuando se encontraba recabando documentos que podría incriminar a los Acevedo, fue asesinado en el patio de su casa por sicarios el pasado 7 de diciembre de 2006.
El periodista brasileño, Eduardo Carvalho, propietario del semanario Última Hora News de Campo Grande, capital del estado de Mato Grosso del Sur, realizó una investigación en el lado brasileño y también paraguayo sobre las actividades pasadas del actual senador Roberto Acevedo.
Tras estas investigaciones, Carvalho publicó en mayo del 2010 un material acusando a Roberto Acevedo, que toda la fortuna que ostenta tiene un origen ilegal basado en el contrabando y falsificación de cigarrillos, armas y municiones.
El medio brasileño denunciaba, además, que el senador Roberto y su hermano el intendente de Pedro Juan Caballero poseían grandes sumas de dinero en bancos del extranjero, que serían dinero provenientes de actividades ilícitas.
En la misma publicación, Carvalho escribe que se pudo grabar las declaraciones de Nasser Jamil, socio comercial hasta el 2004 de los hermanos Acevedo. Nasser afirma ser socio de los políticos, y que “mientras Roberto Acevedo se desempeñe como senador nadie podrá parar nuestros contrabandos y todo tipo de mercaderías que pasan del territorio paraguayo al Brasil”.
Carvalho recibió varias amenazas de muerte y habría dicho a varias personas que creía que las amenazas provenían de Nasser Jamil, socio de los Acevedo. Finalmente, el 21 de noviembre del 2012, Carvalho fue asesinado a tiros por dos sicarios.
El hombre de prensa del vecino país llegaba a su vivienda acompañado de su esposa, quien presenció el asesinato de su marido llevado a cabo por dos hombres que se desplazaban en motocicleta.
En el asesinato del político colorado, Julio “Capelú” Benítez, los seguidores del malogrado político acusaron directamente al hoy senador de haber ordenado su muerte.
También en el asesinato del periodista Carlos Artaza, un testigo involucra directamente al senador Acevedo, quién según la afirmación del informante habría pagado para que Artaza sea asesinado.
Pagado por narcos
En su habitual defensa, Roberto Acevedo siempre acusa de que las publicaciones periodísticas son pagadas por los narcos, a fin de desprestigiarlo.
Acusa a los periodistas que realizan las publicaciones de “narco-periodistas”. Y si las publicaciones persisten, inicia una campaña para desprestigiar la moral de los que escriben sobre él, tildándolos de homosexuales y de estar al servicio de los narcotraficantes. El dice que combate las drogas.
Prontuario que “vende”
Los locutores de la emisora radial propiedad de los Acevedo en Pedro Juan Caballero continúan en su campaña de desprestigio contra nuestro diario, su director y el corresponsal en la zona. En la víspera, uno de ellos afirmó que la publicación de los antecedentes del senador y del jefe comunal local se debía a que “ABC no está vendiendo y que con el tema de Acevedo estaba vendiendo muy bien”. Agregó que no podía dar el nombre de la supuesta fuente, pero que la información era “verdadera”. Durante toda la programación los locutores de radio utilizaban palabras irreproducibles que tenían que ver con la homosexualidad y que tenían como destinatario nuestro corresponsal sin citar su nombre.