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Los integrantes de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) estuvieron encabezados por el general de División Juan José Casaccia Furiasse, comandante del Ejército, y el Vicealmirante Hugo Milciades Scolari Pagliaro, comandante de la Armada.
El Poder Ejecutivo solicitó al Senado que preste el acuerdo constitucional para el ascenso de 32 coroneles y capitanes de Navío al grado de general de brigada y contralmirante (grado equivalente en la Armada). De los 32 uniformados, 11 pertenecen a la promoción 1986 y 21 a la promoción 1987).
La Cámara Alta debe dar su acuerdo, conforme a los artículos 224 y 238 de la Constitución Nacional, a los ascensos desde el grado de coronel y capitán de Navío, en las Fuerzas Armadas, y desde el grado de comisario principal en la Policía Nacional. El Ejecutivo también solicita el ascenso a coronel y capitán de Navío de 59 tenientes coroneles y capitanes de Fragata, todos de la remesa 1993.
En cuanto a los grados de general de División y vicealmirante, son nueve oficiales, tres de la promoción 1985 y seis de 1986. Este año no existen oficiales propuestos a general de Ejército y almirante, el grado igual en la Armada.
El Gobierno además remitió la lista para el ascenso de cuatro policías a comisario general director y 12 a comisario general inspector.
Los nombramientos que se dieron en las Fuerzas Armadas el 31 de octubre pasado, antes de que se conformara la Junta de Calificaciones de Servicios, instalada el 4 de noviembre, generó “roncha” al interior de la institución, porque varios de los que figuran en importantes cargos, son cuestionados por sus propios camaradas.
Uno de ellos es el coronel Severiano Sebastián Rodríguez Cubilla, nombrado como jefe interino del Estado Mayor del Comando Logístico. El militar, quien anteriormente estaba como director del Servicio Geográfico Militar, fue ubicado en un alto cargo por ser considerado, supuestamente, hombre de confianza del cuestionado excomandante de las FF.MM. general Luis Gonzaga Garcete.