–¿Cómo califica al socialismo en el Paraguay?

–La calificación es universal, el socialismo como una doctrina económica para solucionar los problemas de un país fracasó estruendosamente.

–¿Por qué cree que tiene tantos seguidores en la actualidad?

–Porque las doctrinas no mueren, se reciclan, vuelven a renacer con incorporaciones nuevas. El socialismo tomó varias cosas del liberalismo.

–¿Como cuáles?

–Los derechos humanos, la libertad, el respeto a la Constitución, que antes no tenía en su ideología. Todo el andamiaje político es prácticamente liberal, la socialdemocracia es liberal en la política. Solo que ponen más énfasis en repartir las riquezas. Yo pienso que el socialismo, tal vez, puede funcionar si hay riquezas, pero si no hay, ¿cómo continuará?

–¿El socialismo difunde y promueve más la fraternidad y la solidaridad que la misma libertad?

–Originalmente el socialismo no pensaba en la libertad, porque este es un concepto netamente liberal.

–¿Cómo ve a los movimientos y partidos de izquierda del Paraguay?

–Nunca han tenido éxito. A finales de la década del ’20 ya hubo un levantamiento comunista, donde intentaron acceder al poder y fueron relegados. En el ’30, los comunistas intentaron derribar a los gobiernos liberales y fracasaron; se opusieron a la guerra, a raíz de la cual el entonces presidente Eusebio Ayala decretó una ordenanza, que los declaraba fuera de la ley, que estaba prohibida la lucha de clases y fomentar el odio entre los paraguayos, allí se apartó del proceso electoral al comunismo. En la dictadura de Stroessner fue más reprimida.

–¿Y ahora?

–La izquierda paraguaya tiene muy poca aceptación. El paraguayo no es colectivista, él quiere tener sus cosas.

–¿Es más individualista que colectivista?

–Mucho más.

–Ya que tiene poca aceptación, ¿cómo se explica que un partido nuevo, como el P-MAS, haya accedido a una banca en la concejalía de Asunción en el 2006?

–Una concejala, que significa 5.000 ó 10.000 votos. Una concejala en 20 años, no es mucho. La gente está muy cansada de lo que hay en la política, por eso casi prefiere ya cualquier cosa.

–¿Por eso se buscan estas alternativas?

–Sí, una alternativa más, que puede ser positiva en la medida en que respeten la Constitución nacional, las leyes y los Derechos humanos.

–¿Pero están ganando protagonismo en la actualidad?

–La apariencia de consolidación viene detrás de la candidatura de Fernando Lugo, que está siendo impulsada por el Partido Liberal, increíblemente. A raíz de eso, la izquierda cree que tiene un espacio mayor hoy en día, pero es una simple creencia.

–Para usted, ¿Lugo es o no de izquierda?

–Yo creo que es muy de izquierda. La teología de la liberación es una postura filosófica de izquierda, condenada en su propia Iglesia. Soy ateo, por eso no quiero opinar internamente, pero para mí la teología no existe, es uno de los grandes disparates humanos.

–¿Cuando fue obispo ya era socialista?

–En San Pedro ya se comportó de izquierda. Si llega al gobierno va a tratar de promover reformas socialistas.

–¿Expropiaciones y estatización de empresas privadas?

–Todo ese tipo de cosas, expropiaciones, reparto de limosnas, que en realidad no sirven para nada. Porque si es que no se hace crecer la economía, no hay ninguna posibilidad de que la gente se desarrollo.

–Según algunas encuestas, Fernando Lugo está teniendo buena aceptación en el electorado, ¿es realmente así?

–¿Te parece? Puede ser Lugo, pero pónganle a Camilo Soares a ver cómo está en los sondeos. Sin embargo, yo creo que esta concejala, Rocío Casco, está haciendo un buen trabajo. La ventaja que tienen los izquierdistas es que viven capacitándose, viven para la política y no son iguales a los colorados y liberales que viven solo para ganar dinero.

–¿Tienen más raigambre de los derechistas?

–No, no creo que tengan raigambre, sino más dedicación a sus labores. Ellos se dedican más al trabajo y piensan con mayor eficiencia en algunos problemas, a diferencia de los liberales, que son clones de los colorados prebendaristas y chupamedias.

–¿Es probable que el Paraguay tenga alguna vez un gobierno socialista?

–Lo dudo mucho. No es una profecía, pero dudo que dure si existiese, porque rápidamente tendrá oposición.

–¿Qué le espera al Paraguay a partir del 2008?

–Si seguimos con el mismo sistema actual, vamos a empobrecernos aún más, no saldremos adelante y no tendremos capacidad de revertir esta situación de incompetitividad. Hay que cambiar el sistema impositivo, el de regulación, hay que liberar la economía.

–¿Qué falta para que se libere la economía?

–Muchas cosas, aún dependemos del Estado y vivimos por eso en un país socialista.

–¿Pero qué falta para desarrollarnos?

–¿La verdad? Cerebro. Falta educación, nadie hoy lee nada de nada, el estudiante no investiga, se recibe leyendo unos dictaditos nada más.

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