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“Si un ministro, en el tiempo que estábamos en el gobierno hablara de esta manera prepotente y despectiva como se refirió el ministro de la Senad, a nosotros, nos fusilaban en el paredón del bajo del Congreso; era absolutamente intolerado eso cuando estuvimos en el gobierno”, dijo López Perito.
No obstante, dijo que para él ese no es el problema principal, sino actitudes que va asumiendo el Ejecutivo.
“Contrariamente a lo que algunos han manifestado, algunos incluso hablaban de juicio político, pero yo creo que a un sector del alto funcionariado de este Gobierno lo que le hace falta es un poco más de educación cívica, para entender un poco lo que es la administración pública, entender la diferencia que hay en la administración del Estado y el mercado, los intereses públicos y privados”, dijo.
Explicó que desde su punto de vista, a partir de esta situación “lo que puede leer un ciudadano común de un Gobierno que apela a un civil que supuestamente dispara bien, tiene algunos conocimientos militares, pero que viene a pasar por encima de la cadena de mando de la fuerza pública, realmente es absolutamente descabellado; no se puede seguir tolerando esos excesos entre las autoridades”, indicó el senador.
Dijo que este tipo de actitudes “implica un poco aquello a lo que nos tenían acostumbrados los jerarcas de la dictadura, donde decían que acá el Estado soy yo, y lo manejaban como si fuera una cosa suya” y que no es la primera vez que el Ejecutivo mezcla “cuestiones del manejo privado con lo público”.
Esto “ya es una repetición de aquello que escuchamos y pedimos en el tema de las auditorías privadas a las instituciones públicas”, dijo e insistió en que este tipo de actitudes “no se pueden repetir”.
También criticó la falta de coordinación entre las instituciones encargadas de la seguridad del Estado y la falta de resultados al respecto.
Estas confrontaciones mediáticas entre autoridades de la Senad y el Ministerio del Interior “cuando menos revela una descoordinación bastante importante y por ello no me extraña que los resultados de esa lucha contra la insurgencia sean muy pobres, porque indican una falta notable de coordinación, entendimiento y hasta solidaridad entre las instituciones del Estado”, dijo.
Dijo que tampoco quiere “especular” sobre el futuro de los ministros de Cartes; que primero hay que evaluar la gestión y para ello existen mecanismos institucionales como la interpelación.
“Un tema grave como este por lo menos amerita un tratamiento, para ello existen los canales institucionales, para ello existe la interpelación, que más allá de leerse como un castigo, una revancha, es un mecanismo de consulta y corrección de los errores que se cometen en la gestión pública; es un mecanismo, y es algo que se debe debatir más”, dijo.
Por último, insistió en un debate más profundo para que estos hechos no sean utilizados o tomados meramente con fines políticos para confrontar con las políticas del Gobierno.