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Las fiscalas Teresa Rojas, Clara Ruiz Díaz y Marlene González, en el pedido de sobreseimiento definitivo para Paredes Palma, vuelven a seguir un libreto armado para no llegar a quienes ordenaron el ingreso ilegal a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico, la madrugada en que fue asesinado Rodrigo Quintana.
Para las agentes, el grupo de Paredes Palma llegó a las 00:30 en calidad de “apoyo a otros efectivos policiales que se encontraban en persecución de un grupo de personas que anteriormente estuvo protagonizando hechos violentos en las inmediaciones de la sede del diario ABC Color y que ingresaron al interior del local de la sede partidaria”, se desprende del escrito de sobreseimiento.
El Ministerio Público hace alusión así a que se apoyó al grupo antimotín a cargo de Gustavo Florentín, acusado y preso por el homicidio de Quintana.
Lo que no explican es cómo es que un grupo de Investigación de Delitos, de forma tan eficiente, acude a un llamado de un hecho flagrante, consumado en el momento, como aparece en la acusación contra Florentín. El mismo relató varias veces que ni sabía “a qué edificio entró”.
Para el abogado Guillermo Duarte, representante de los padres de Quintana, el pedido de sobreseimiento fiscal es “una vergüenza”.
“Acá no se analizó el trayecto de Paredes Palma, de dónde salió, a qué hora. No se quiso saber la ubicación de celda de su teléfono celular. En otros casos, los fiscales adjudican hechos a una persona en base a la posición de sus celulares”, expresó.
Asimismo, dijo que se hace un análisis parcial. “Se analiza dónde estaba Paredes en el momento del disparo de escopeta de Guido Amarilla siendo que la orden los jefes imparten antes”, precisó Duarte. También indicó que es peor que la Fiscalía alegue que Amarilla era antimotín y no estaba a cargo del comisario Paredes Palma. “Quiere decir que sus dos respectivos jefes se pusieron de acuerdo”, enfatizó.