Empresas paraguayas sirvieron de pantalla para desfalco a Venezuela

La conclusión que generan los hechos y datos que envuelven al desfalco de US$ 11,8 millones al Estado venezolano, es que las empresas paraguayas Carpe-Diem SA y Agropecuaria ParaKe SA sirvieron de pantalla para que se lleve a cabo el millonario negociado que tiene también como responsables a compañías y capitalistas venezolanos así como a funcionarios del Gobierno de Venezuela, razón por la que, aparentemente, la embajada de ese país se llamó a silencio, al igual que los demás actores.

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La paraguaya Agropecuaria ParaKe SA se abrió meses antes de la firma del contrato (02/11/2010) con la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (CASA), con capital 99,9% del Estado venezolano, para proveer de carne al mercado de ese país caribeño.

ParaKe SA recibió de CASA dos adelantos de US$ 10,9 millones en cada desembolso, totalizando así la friolera de US$ 21,8 millones sin haber enviado un gramo de carne.

Recién una vez descubierto el negociado, en junio de 2011, ParaKe SA y la también paraguaya Carpe-Diem SA operan para enviar los cargamentos concretándose, el 20 de agosto de 2011 la entrega de solo 1.931 toneladas o el equivalente a unos US$ 10 millones.

A partir de ese momento, los restantes US$ 11,8 millones prácticamente se esfumaron ya que, a pesar de que continuaron las negociaciones entre ParaKe SA y CASA, ya no hubo acuerdo entre ambas y se cortó la relación.

Hasta aquí el único que por este caso fue procesado y condenado a tres años de cárcel fue el paraguayo Félix Humberto Álvarez Estévez (gerente general de ParaKe SA), quien estuvo preso en la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) de Venezuela desde el 29 de setiembre del año 2011 hasta octubre del 2014 en que fue liberado y deportado a Paraguay. Aquí Álvarez cambió todos sus números telefónicos y direcciones y no se hace encontrar.

Pero también figuran en la estructura de la presunta defraudación el director titular de ParaKe SA, Abog. Carlos Darío Ruffinelli Céspedes (miembro de un importante bufete de abogados de nuestro país) y los accionistas venezolanos James Varnadoe y Juan Carlos Águila Barajas.

Asimismo, en Venezuela saltan los nombres de Benjamín Rosales, empresario venezolano directivo de la empresa Giroski Agro Group LLC, donde igualmente figuran como gerentes Varnadoe y Águila Barajas, quienes habrían sido los principales actores del negociado.

Finalmente, el otro involucrado y uno de los sospechosos más fuertes en este supuesto fraude a las arcas del Estado venezolano es Sergio Caldera García, un militar con rango de coronel cuando fue presidente de CASA y quien firmó el contrato y realizó los dos millonarios adelantos a la firma ParaKe SA sin recibir “nada” a cambio.

No obstante, Sergio Caldera García luego fue promovido al cargo de general ya por el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

A pesar de haberse intentado alguna respuesta con algunos de los protagonistas de este caso, incluyendo al embajador de Venezuela en nuestro país, Alfredo Murga, hasta ahora nadie puso la cara por los US$ 11,8 millones que se esfumaron.

mvelazquez@abc.com.py

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