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–¿Es un embajador político?
–Sí, pero vengo de ser embajador en República Dominicana, antes era secretario general de la delegación de Venezuela ante el Parlamento del Mercosur. Anteriormente fui diputado nacional, presidente de la Comisión de Participación y en los inicios del gobierno del presidente Chávez, diputado al Consejo Legislativo por el Estado de Portuguesa.
–¿En qué sector político militaba en Venezuela?
–Milité, milito en la organización que fundó el presidente Chávez, el Movimiento V República, ahora el Partido Socialista Unido de Venezuela.
–¿Su formación académica?
–Soy sociólogo, profesor de la Universidad Central de Venezuela. Tengo maestría en Administración Pública, pero básicamente mi actividad ha sido en el área política.
–¿Ocupó cargos en el Ejecutivo venezolano?
–No, he sido diputado, senador, cuando existía, por el Estado de Portuguesa, el primer año del presidente Chávez. Luego, con la reforma constitucional modificó el Congreso y creó la Asamblea Nacional.
–¿Tuvo una relación de cercanía con Chávez?
–Muchísimas personas de la izquierda venezolana nos fuimos agregando al movimiento del presidente Chávez, sin conocerlo personalmente, al principio, y luego cuando éramos diputados. Pero eso fue un movimiento nacional que hizo que todas las organizaciones de izquierda se adhirieran al movimiento del presidente Chávez o sencillamente los militantes se iban con el presidente Chávez, en ese momento comandante, aún no había ganado las elecciones. De tal manera que mi caso es el mismo que el de miles de militantes de sectores de izquierda que empezaron a unirse con el presidente Chávez apenas salió de la prisión en 1994.
–Desde 1994 es militante chavista...
–Sí, apenas el presidente salió de la prisión empezamos de diversas formas a nuclearnos en el movimiento que él fundó. Yo había militado antes en la Juventud Comunista y después en una organización que ya se disolvió, que es el movimiento al socialismo, que se disolvió precisamente porque muchos de los militantes de esa organización se adhirieron al movimiento del presidente Chávez.
–¿Qué legado cree que dejó Chávez?
–Si te pudiera expresar en pocas palabras: el cambio. El cambio social, pasar de la exclusión a la inclusión. Pasar de una sociedad excluyente, autocrática, autoritaria, a una sociedad incluyente, democrática, amplia, participativa, protagónica, ese el legado del presidente Chávez. A veces la derecha no entiende lo fundamental de lo que el presidente Chávez significa, un movimiento popular de indiscutible arraigo que no es posible derrotarlo electoralmente. Por eso se puede decir, sin lugar a dudas, y exageración de por medio, (Chávez) es el segundo libertador de Venezuela, el primero fue Simón Bolívar.
–Fue solo un cambio político
–(También) social y económico, hoy la inmensa mayoría de los venezolanos trabaja y estudia. Hoy 14 años después no hay analfabetos, constatado por la Unesco. En 1998 cuando Chávez ganó las elecciones por primera vez, habían 300.000 estudiantes universitarios, hoy existen 1.700.000.
–¿Y los índices de pobreza que consigna el Gobierno?
–En 1998 había 80% de pobreza y hoy la pobreza ha sido reducida al 25%. Había 40% pobreza crítica y ahora no existe. En Venezuela todo el mundo come tres veces por día. Los niños que van a las escuelas públicas comienzan a las 08:00 y terminan a las 16:00.
–De Venezuela llegan noticias de escasez de alimentos y restricciones a las importaciones.
–No lo negamos, sino que nos enfrentamos en lo positivo. Nosotros sufrimos lo que el presidente (Nicolás) Maduro llama una guerra económica, una agresión interna y externa que ha hecho producir una escasez y una inflación inducida. Pero la hemos combatido y la estamos combatiendo con mucho éxito. Por ejemplo, el Programa Precio Justo ha logrado que la inmensa mayoría de los venezolanos pudiera adquirir aparatos electrodomésticos que en otras condiciones no hubiera podido hacer. Hoy en día hay escasez de aparatos, pero es que todo el mundo lo compra.
–Pero los productos básicos escasean en los comercios.
–Efectivamente hemos sufrido agresiones económicas que en algunos rubros ha producido escasez ciertamente. La economía venezolana es una economía que sufre las distorsiones propias de una economía petrolera y en ese proceso estamos, en proceso de cambiarla. No es fácil, pero el presidente Maduro está empeñado en la construcción de un nuevo modelo económico productivo, participativo y protagónico de parte de la población.
–Sin embargo, en los comercios se observan desabastecimiento de alimentos...
–Se agotan los productos muy rápido y hay una manipulación mediática de por medio. Porque efectivamente es una demostración de democracia. La prensa, los periódicos tradicionales El Universal, El Nacional, están en manos de la burguesía enemiga del Gobierno. Sin embargo, funcionan; el Gobierno no los cierra, ni piensa cerrarlas. Una parte importante de los medios televisivos está en manos de la oposición. Están, las dicen, aunque sean mentiras. Es parte de una campaña mediática de desinformación y ocurre con mucha frecuencia con las agencias internacionales, sobre todo de CNN.
–¿Y los altos índices de criminalidad?
–Sobre el caso de la exmiss Mónica Spear, que fue un crimen horrendo, no pasaron 48 horas para que la policía descubra a los implicados en el crimen. Por supuesto que tenemos problemas de delincuencia, sí lo tenemos, no lo negamos, lo estamos combatiendo, pero es un problema sobredimensionado por los medios.
–Venezuela, por ejemplo Caracas, tiene uno de los índices de criminalidad más altos del mundo.
–No, tiene más que otras capitales del mundo. Tienen el defecto propio de las grandes capitales, es un problema estructural. Los medios de comunicación tienen una responsabilidad importante en la promoción de la violencia, el lucro, del egoísmo propio del capitalismo, que ayuda a la criminalidad. Nosotros no negamos que el fenómeno existe y lo estamos combatiendo. Repito es sobredimensionado por los medios de comunicación, por agencias de comunicación en manos de enemigos de Venezuela, sobre todo de Estados Unidos.
–El caso del cierre del canal RCTV en 2007, ¿no fue censura a la libertad de prensa?
–Ese no fue un caso de una estación cerrada por el Gobierno. RCTV debía 1.700 millones de dólares de impuestos de 50 años que no pagaba. Se le venció la concesión que se le había renovado durante 50 años, y el Gobierno no le renovó porque tenían deudas, no paga, eso fue todo. Los demás medios de ese tiempo siguen trabajando actualmente. Hay un expresidente paraguayo, Nicanor Duarte (Frutos) quien dijo en una ocasión que en Venezuela hay un exceso de democracia. Al presidente Chávez y ahora a Maduro, le decían cualquier cosa, de ladrón para abajo.
–La oposición denuncia recurrentes hechos de violación de derechos humanos, como persecución, encarcelamiento...
–Nunca se ha podido demostrar eso. (Enrique) Capriles es el primer ejemplo, él es el ejemplo de que no hay ninguna persecución, él ha podido ganar su elección en su Estado (Miranda). Se dedica poco tiempo al Estado, pero ganó las elecciones y se respeta. Ahora vive recorriendo el mundo denunciando al Gobierno, que nunca hace nada y le permite hacer todo lo que él hace. ¿De qué dictadura está hablando?...
–Capriles denunció fraude en las elecciones presidenciales de 2013.
–No pudo demostrar, las elecciones fueron supervisadas por centenares de observadores internacionales. El Centro Carter, que no es chavista, constató que las elecciones fueron limpias y transparentes. En Caracas ganó la alcaldía la oposición, bueno se le reconoció, es la voluntad popular y el presidente Maduro lo convocó a trabajar.
–¿Esa es la democracia venezolana?
–La democracia no es otra cosa que diferencia, es imposible que todos pensemos igual. Cada país tiene su propia historia, el Paraguay tiene una manera de organizar su sociedad. Pero por encima de las diferencias está lo que nos une, de la necesidad de construir un sistema latinoamericano que sea complementario que nos permita alcanzar el desarrollo. Eso es lo importante más que nuestras diferencias, que las tenemos y la vamos a seguir teniendo. La mejor manera de entender nuestras diferencias es respetarlas.