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Estos beneficiarios que reciben un subsidio promedio de G. 300.000 tienen varias afiliaciones, según se pudo comprobar, cruzando los datos de los principales partidos políticos.
Este cruzamiento se hizo con base en los datos de los subsidiados en los bañados de la capital. Se escogieron al azar 40 nombres, de los cuales 10 tenían más de dos afiliaciones.
Según los registros de la Justicia Electoral, este grupo de 10 votó en las elecciones internas de la ANR y del PLRA y también están registrados en padrones del Unace, Democrático Progresista y País Solidario.
Este cruzamiento de datos demuestra que el programa Tekoporã se convirtió en un verdadero padrón de operadores políticos, cuyas firmas y nombres pueden ser utilizados según la conveniencia del partido de turno.
Los dirigentes partidarios logran, además, que estas personas tengan todo tipo de beneficios que otorga el Estado, y de esa manera se sostiene un verdadero negocio.
Un excandidato a diputado colorado por Asunción había reconocido que recibió ofrecimientos de compra de votos. “Me llamó un operador, a quien identifico, a decir que tenía 3.500 electores y que los podría movilizar para que voten por mí. Me ofreció cada voto a G. 150.000”, relató el excandidato, que pidió se resguardara su nombre. Coincidentemente, días después de las internas del Partido Colorado, el candidato a diputado Dany Durand declaró: “todos compramos votos”. Aunque luego señaló que su declaración la hizo en caliente, tras una advertencia de la Fiscalía Electoral.
El otro político que reconoció la compra de votos fue el senador del PLRA Luis Alberto Wagner, quien manifestó que “se pagaba para ir a votar” en las internas de su partido.
La Justicia Electoral tiene un proyecto a fin de evitar las múltiples afiliaciones: que las internas de los partidos se hagan en un solo día.