Cargando...
Preguntado sobre cuál es la postura de la Iglesia Católica con respecto a esa impunidad, Mons. Giménez indicó que la Conferencia Episcopal Paraguaya ya se pronunció sobre esa realidad. Agregó que los obispos pidieron justicia ante estos últimos acontecimientos.
En el mensaje que dieron a conocer los obispos, al término de la asamblea que tuvieron desde el 4 hasta el 8 de noviembre, los pastores dijeron: “El daño a la moralidad pública ha sido evidenciado por el descrédito de las autoridades públicas, por el tráfico de influencias y por el nepotismo, empleos estos dados con desmedida preferencia a familiares y parientes. El nepotismo y el robo de los bienes del Estado aumentan el desprestigio de las personas y grupos corruptos. Posiblemente, según la opinión pública, algunas autoridades políticas hasta podrían estar involucradas en la narcopolítica y la narcoviolencia.
Como decía el papa Francisco, todos somos pecadores, pero corruptos son quienes no quieren dejar de obrar el mal”, añadió.
Sobre la niñera
Mons. Giménez había manifestado el pasado domingo 3 de noviembre, durante su homilía en Caacupé, que se debe devolver todo lo conseguido a costa de fraude y otras injusticias, y pidió no ser indiferentes al robo y despilfarro de bienes públicos como los salarios de “niñeras” y otros.
Indicó que si se ha fallado hay que reconocerlo y saber pedir perdón a los que se ha ofendido o robado. Señaló que se debe tener la actitud de Zaqueo, el recaudador de impuestos del que hablan las Escrituras, quien se dio cuenta de su pecado y se comprometió a dar la mitad de sus bienes. Además de devolver todo lo que consiguió a costa de fraude o cualquier otra injusticia ocasionada. Agregó que no se puede justificar este tipo de actos diciendo que como seres humanos “somos débiles y por eso caemos”.