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Aunque esta aprobación ya no tendría consecuencias, porque para rechazar el veto ambas Cámaras deben coincidir en el rechazo, el senador Adolfo Ferreiro (AP) y la senadora Esperanza Martínez (Frente Guasu) insistieron en la necesidad de no dejar el antecedente de que el Congreso aceptó un veto que, según indicaron, no tiene validez constitucional.
El rechazo total del presupuesto aprobado en el Congreso nunca se dio en la historia democrática del país y algunos senadores sostienen que no está prevista en nuestro orden jurídico.
Según el senador Ferreiro, la entrada en vigencia del proyecto del año anterior solamente podría darse por falta de presentación del Ejecutivo del proyecto al Congreso.
La senadora Martínez dijo que el veto del Ejecutivo se inscribía dentro de las actitudes del presidente Cartes de no respetar al Congreso.
El veto del Ejecutivo motivó una fuerte polémica ya que el Ejecutivo consideró que el monto de los bonos que estaban previstos para el presupuesto 2016, de unos US$ 600 millones, estaban en vigencia para su utilización. Ante las advertencias de su posible ilegalidad, el Ejecutivo recurrió a la Corte por vía de la controvertida “certeza constitucional” y el máximo tribunal le dio la razón en cuanto a su validez.
La vigencia actualmente del presupuesto 2016 obligará a algunos ajustes en el transcurso del año, en forma de ampliaciones presupuestarias para las distintas instituciones, ya que los gastos previstos para este año son distintos a los del ejercicio anterior.
Con la aceptación del Senado se completó el circuito legislativo previsto para un proyecto vetado por el Poder Ejecutivo.