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El Mandatario fue recibido con aplausos por los presentes, no habló durante el acto y tampoco ofreció declaraciones a la prensa.
Al retirarse del local de la institución, alrededor de las 19:30, una mujer no identificada le gritó “golpista” y de inmediato la misma fue tratada de “loca” por algunos presentes que presenciaron el solitario escrache.
Federico Franco ignoró el insulto y rápidamente se dirigió hasta su blindado oficial, en cuya cercanía se encontraba una chipera a quien le obsequió un billete de 100.000 guaraníes.