El gran negocio de los “sombrereros”

El tradicional tramado de las fibras de hojas del karanda’y para fabricar los folclóricos sombrero piri, es un negocio para varias familias de Emboscada, Nueva Colombia, Luque y Limpio. La elaboración de la artesanía se transmitió de generación en generación.

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Existe toda una cadena de producción, desde el proveedor de la materia prima (karanda’y) hasta el vendedor del accesorio terminado. Genoveva Agüero, artesana de Emboscada, comentó que los proveedores de la materia prima traen las hojas del Chaco Central y otros de estancias del distrito Arroyos y Esteros, Dpto. de Cordillera.

Según la artesana, el proceso de elaboración de los sombreros de karanda’y se divide en diferentes pasos porque involucra a más personas que realizan tareas específicas.

Indicó que es así que, ahora, crear una artesanía a partir de las palmadas tarda en promedio 10 a 15 días y tiene unas cuatro etapas bien definidas.

Se inicia con la provisión del karanda’y, que está a cargo de proveedores que cortan las palmadas y posteriormente secan al sol durante dos días. Después seleccionan las hojas servibles y ponen al sereno durante unas 24 horas.

Relató que el segundo procedimiento es la selección de los mazos, que dejan durante un día nuevamente en el sol y una noche en el sereno para poder ablandar las fibras para facilitar el tramado.

Este proceso, en ocasiones, dependiendo también de las condiciones climáticas, tarda dos a tres días, señaló la artesana.

La mujer expresó que después las fibras de las palmadas deben ser cortadas en tiras, como hilos, de acuerdo al grosor del trabajo y el tipo del trenzado (hay tres tipos) que buscan realizar en el sombrero.

Posteriormente, las artesanas empiezan a tejer a mano. Este proceso tarda en promedio de una a tres horas, explicó Agüero.

En este penúltimo proceso existen trabajos donde algunos sombreros pueden presentar colores o detalles específicos. En el caso de los de color, se tiñen algunas de las tiras de la hoja en una solución de anilina con sal gruesa para su fijación y continuar con el tramado y elaboración de los sombreros, expresó.

Finalmente, las artesanas dejan a cargo de los denominados acopiadores o vendedores finales del producto la terminación de los bordes con hilo de algodón, para asegurar o “rematar” el tejido.

Según Agüero, este proceso suele ser el más cuidadoso porque deben ser excelentes las terminaciones mediante un planchado correcto.

Dijo que existen casos en que algunas artesanas realizan una terminación a mano, con planchas domésticas. Estas especialmente son utilizadas en exposiciones. Sin embargo, aclaró que la terminación con las planchadoras profesionales deja el producto final mucho más fino y con excelente calidad.

Las más importantes

Patricia de la Cruz, presidenta del Comité de Sombrereras de Emboscada, expresó que el trabajo de las artesanas continúa siendo el más importante dentro de la cadena de elaboración del sombrero. La mujer expresó que el precio de costo de la materia prima por mazo tuvo un importante incremento en el precio.

“Cada manojo contiene unas 50 hojas de karanda’y y su precio varía entre 12.000 a 15.000 guaraníes, dependiendo de la calidad del producto”, detalló.

De un mazo sale un promedio de 24 sombreros.

De la Cruz indicó que la materia prima del Chaco tiene mejor calidad que la arroyense.

Según detalló la presidenta de artesanas de Emboscada, Patricia de la Cruz, el precio de los sombreros varía de acuerdo al trenzado o tramado. El precio del producto para terminación está entre 2.750 a 5.000 guaraníes. Sostuvo que los tejidos más finos con colores son los más apreciados y solicitados.

La tejedora comentó que sus productos son muy valorados a nivel internacional, principalmente en los mercados del Brasil y Argentina. Expresó que la comercialización de los sombreros en estos países es mediante intermediarios o acopiadores y en el mercado del Brasil, por ejemplo, se venden a G. 30.000.

Por su parte, Juan Bogado, dueño de Artesanías Pisis, uno de los principales acopiadores de sombreros que funciona en la compañía Itapuamí de la ciudad de Luque, dijo que obtiene una ganancia promedio de G. 2.000 por cada producto.

El precio de venta de un sombrero con terminación fina y las costuras finales es al por mayor (unos 1.000 sombreros) a 1 dólar (unos G. 4.500). A nivel del departamento Central, el precio del sombrero en el mercado está entre 15.000 a 20.000 guaraníes.

juan.jara@abc.com.py

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