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Según datos a los que accedió ABC Color, ayer cerca de las 14:00 dos peones de la estancia Lagunita (conocida también como Kororõ) del distrito de Tacuatí, departamento de San Pedro, montados sobre caballo realizaban un recorrido por el establecimiento cuando fueron interceptados por al menos cinco personas vestidas con ropa de camuflaje que se identificaron como miembros de la banda EPP.
Asimismo, los criminales luego de arengar a ambos trabajadores y al percatarse de que no portaban armas, les dejaron libres con la advertencia de que no se vuelvan a acercarse a la zona boscosa y que tampoco portaran armas, mucho menos que den aviso a militares y policías de que les habían visto en la zona.
Igualmente, dejaron algunas exigencias para el propietario del establecimiento que aún no trascendieron. El dueño del inmueble es el brasileño Renato Rezende, refieren los informes.
Luego, cerca de las 17:00 de ayer, el trabajador de la estancia Silvio Barboza tomó una escopeta y abordó una motocicleta sin saber lo que había sucedido con sus dos compañeros de trabajo, y fue a buscar a otros amigos para ir de cacería.
Pero, a unos 3.000 metros del casco central de la hacienda fue alteado por los criminales, quienes incendiaron su vehículo y luego le asesinaron por el simple hecho de que portaba un arma de fuego.
El señalado homicidio motivó el desplazamiento de efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) hacia la estancia Lagunita, cuando solo tenían el dato preliminar de la desaparición del trabajador del lugar. Sin embargo, una vez que ingresaron con vehículos blindados y tanquetas en el interior del inmueble, constataron que Silvio Barboza ya fue ultimado a balazos y su motocicleta quemada.
Los familiares de la víctima cifraban sus esperanzas en que no le asesinarían, ya que Barboza era compañero del líder del EPP Manuel Cristaldo Mieres en la escuela agrícola del departamento de San Pedro ubicada en Santa Rosa del Aguaray.
Repetidas tragedias
La estancia Lagunita fue escenario de uno de los golpes más crueles cometidos por el EPP, que sucedió luego de dos días de haber asumido su cargo el presidente de la República Horacio Cartes.
En su asunción del mando, el Mandatario había expresado vehementemente que ni criminales ni narcotraficantes le marcarían la hoja de ruta.
El 17 de agosto de 2013, los miembros del EPP se mostraron desafiantes y respondieron al mensaje presidencial con el asesinato de cuatro civiles y un policía que custodiaban la estancia Lagunita.
El homicidio de ayer se registró coincidentemente cuando en Concepción se iniciaba el juicio oral y público a Rumilda Estela Giménez González y Juana Bernal Maíz, acusadas por supuestamente integrar la logística del referido grupo criminal.