“El crimen organizado está infestando nuestras cárceles”

Alma Méndez Bogado de Buongermini es una jueza de Apelaciones en lo Laboral con 21 años en la magistratura, ternada para ministra de la Corte Suprema de Justicia. Mejor egresada en el colegio y la facultad, con suma cum laude (con alabanzas) en su tesis de doctorado, ella aboga en esta entrevista por cambios estructurales inmediatos en el sistema de justicia. Insta a expulsar a los brasileños presos aun cuando sus crímenes se hayan cometido aquí.

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–¿Cuánto tiempo en la profesión?

–Hace 21 años como magistrada, en el tribunal de apelaciones en lo laboral. De abogada tengo 31. Tengo tres hijos, uno es médico, otro se recibe de ingeniero civil y la última está estudiando ingeniería química. Mi madre era profesora, mi papá profesor de inglés. 

–¿Dónde estudió? 

–Yo vengo del Colegio La Providencia. Fui mejor egresada. Luego hice la Universidad Católica. Fui la mejor egresada de mi promoción con promedio 4,9. Hice cursos de especialización en La Coruña (España), doctorado en la Católica. Obtuve mi título suma cum laude con recomendación de publicación. Eso se estila cuando la tesis es considerada un aporte científico que la Universidad recomienda que se publique como libro.

–¿Cuál fue la tesis? 

–“La responsabilidad del empleador por falta de inscripción del trabajador en el sistema de seguridad social”. El profesor (uruguayo de Derecho Procesal Eduardo) Couture decía: “Nuestro deber es luchar por el derecho, pero el día en que uno encuentre en conflicto el derecho con la justicia, hay que luchar por la justicia”. Tenemos que centrarnos en la dignidad de las personas.

–Se espera mucho de la Corte. La gente es pesimista. Se sigue pensando que los miembros no son más que mandaderos de los demás poderes...

–Nuestro país está viviendo tiempos de cambio y el Poder Judicial no va a ser ajeno a eso. Por eso es determinante a quien se escoge, quiénes son los elegidos. Tiene que haber soluciones de sistema para disminuir la mora y la corrupción. Yo no quiero soluciones parche de cara a quedar bien. Acá hay que hacer una restructuración profunda.

–¿Usted ve algún cambio en la Corte con la presencia de estos nuevos miembros (Eugenio Jiménez, Manuel Ramírez Candia y Alberto Martínez Simón)? 

–Sí. Se nota. El sistema de acceso al sistema judicial, ahora se toma más en serio. Se le da aviso a la ciudadanía de los concursos.

–Uno de los ministros, Martínez Simón, presentó un proyecto antichicana que no se aprobó...

–Tenemos ya normas para sancionar al abogado chicanero. Se tiene que aplicar nomás. Y tenemos normas para sancionar al juez que obstaculiza el proceso con inhibiciones improcedentes, injustificadas. Este es un tango que se baila de a dos. Que se dejen de inhibir los jueces por mera inhibición. Eso también va a dar autoridad al juez para aplicar sin temor las sanciones al abogado.

–¿Cuál es su opinión sobre el uso indebido, o el uso abusivo de la prisión preventiva, asunto tan debatido desde la masacre en la cárcel de San Pedro?

–Nosotros tenemos como regla general la Constitución, que dice que las penas tienen que tender a la reinserción del individuo a la sociedad. En ese tipo de cárceles que tenemos no vamos a reinsertar a nadie en la sociedad. Entonces, tenemos que cambiar de política carcelaria. La prisión preventiva, por cualquier cosa no es la salida ni para el individuo ni para la sociedad. Tiene que haber una revisión estructural. Se dejan de lado los juicios orales. Nos centramos más en redactar el acta que en hacer juicio oral. Eso esconde la falta de conocimiento, eficiencia, idoneidad. Es más cómodo exhibir papeles en una audiencia pública que exponer.

–Si fuera el Ejecutivo, ¿qué solución le daría a este drama de las cárceles después de esa masacre de terror en San Pedro? 

–Yo los llamaría “terroristas sociales” a esos integrantes del crimen organizado que produjeron eso. El sistema de expulsión yo creo que es muy importante. Hay que devolverlos a su país de origen. Tendríamos que tener acuerdos bilaterales en los cuales Brasil se comprometa a hacerse cargo de los juicios, independientemente de que el crimen se haya cometido acá, porque si nosotros no damos este mensaje estaremos fortaleciendo esa salida que ellos encontraron para permanecer, que es cometer crímenes acá. Lo que ocurrió hizo que eclosione un problema que ya viene de hace tiempo.

–¿Qué es? 

–Que todos queremos a los bandidos en la cárcel. Tenemos que empezar a aplicar el derecho como tal. Se debe usar más medidas alternativas. ¿Por qué no usamos tobilleras?

–Dicen que es caro...

–Es cuestión de presupuesto también pero tenemos que empezar. Esto que pasó no puede volver a pasar. No puede haber excusa diciendo que no hay presupuesto.

–Esa violencia extrema que vimos es de gente a la que no le importa matar ni morir.

–Como le dije, estos son terroristas sociales, otro tipo de crimen. El crimen organizado está infestando nuestras cárceles. Tiene muchos medios económicos. A lo mejor entran dos o tres a la cárcel pero eso es suficiente para infestar al resto. Por eso, tenemos que erradicarlos 

–Mandarlos de vuelta...

–Tenemos que convencer a los brasileños para que los juzguen allá. Este tipo de criminalidad no es propia nuestra, es importado. Entonces, yo entiendo que el gobierno tiene que trabajar en conjunto con el gobierno brasileño para hacer frente a esto.

–Impactó a todo el mundo.

–Esto impactó desde aquel caso del brasileño (Marcelo Piloto) que asesinó a la chica (en la Agrupación Especializada) al solo efecto de evitar su extradición. Tenemos que desalentar eso de inmediato. Ellos no pueden burlarse y salir con su objetivo de que cometiendo crímenes acá, se van a quedar...

–¿Hace falta un padrinazgo fuerte para integrar la Corte? De usted se dice que es impulsada por el vice presidente (Hugo Velázquez). 

–Se dicen muchas cosas. Ya se dijo que yo venía de la mano de (Horacio) Cartes. Después dijeron que venía recomendada por Mario Abdo. Últimamente, dicen que vengo de la mano de Velázquez. Yo soy una persona técnica. Nunca estuve en la actividad política. La sociedad misma pareciera que no puede creer que alguien que nunca estuvo cercana a la política partidaria pueda llegar a estar en una terna. Ahora, el nombramiento de un ministro de Corte es político. Estamos en manos del Senado y en manos del Presidente de la República. Yo lo único que pido es lo siguiente: “Miren la trayectoria de las personas”. Tienen que mirar mi trayectoria para saber qué pueden esperar y que no pueden esperar de mí. Yo tengo 21 años en la magistratura. Nunca fui cercana a los poderes del Estado.

holazar@abc.com.py

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