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En la Cámara de Diputados el liberal Juan Bartolomé Ramírez explora caminos para una eventual reelección. Hasta ahora todo está complicado. Los diputados colorados reclaman la presidencia.
Unidos tienen mayoría propia y capacidad para imponer su candidato. El desafío esta en unir a las tres bancadas y ponerse de acuerdo en el candidato. No es una tarea sencilla cuando se está a las puertas de una interna partidaria. Nadie quiere ceder espacios.
Por ahora Cristina Villalba y Hugo Velázquez hacen campaña por separado. Ninguno piensa en bajar su candidatura.
En los bloques de oposición no hay demasiadas ideas. Tampoco tienen un candidato que sobresalga por el perfil para ocupar la presidencia. Eso da una ventaja importante a Ramírez.
Una eventual salida que manejan los liberales sobre todo es apuntar a profundizar la división en las internas coloradas y aliarse con alguna de las tras bancadas.
En la Cámara de Senadores la situación es un poco más compleja. El presidente del Senado, el colorado Julio Velázquez, pasó de aliado del Gobierno a contrincante del Ejecutivo. Por más que quiera su reelección, está enterrada aun antes de plantearse. Solo una eventual traición al bloque colorado y una alianza con los grupos de oposición pueden ponerlo de vuelta en carrera por la reelección. Sin embargo, una maniobra de esa magnitud lo condenaría y podría significar su defunción política.
El que en las últimas semanas aparece como el más firme candidato de los colorados es el senador Juan Carlos Galaverna. Un zorro para cerrar pactos políticos. El mismo Presidente de la República le hizo un guiño hace un par de semanas al señalar que podría ser un buen conductor de la Cámara de Senadores. Galaverna no desaprovecho la ocasión y en los últimos días se mostro al lado del Presidente en la mayoría de los actos públicos.
Desde la oposición se está trabajando en silencio para tratar de cerrar un acuerdo que pueda sumar el enojo de algunos legisladores colorados. Incluso se maneja la posibilidad de formar un gran bloque único que bajo un mismo paraguas reuna a los sectores no colorados. Desde hace un par de semanas el senador Miguel Abdón Saguier conversa con los líderes y miembros de los demás bloque de oposición para tratar de cerrar un pacto. Los liberales incluso están en condiciones de ceder la presidencia de la Cámara de Senadores con tal de conformar un frente único.
Enterado, el presidente Horacio Cartes empezó a hacer gestiones con los bloques colorados para tratar de cerrar un acuerdo que le otorgue el manejo del Congreso.
En la semana se reunió con todos los bloques colorados de la Cámara de Diputados y les pidió pensar más allá de las simples cuestiones internas.
También convoco a Lilian Samaniego, presidenta del Partido Colorado, y al senador Galaverna para pedirles que empiecen a trabajar para buscar consensos en el Senado.
El Jefe de Estado sabe que un cierto control de las Cámaras del Congreso a través de los aliados es esencial para tener espacios y gobernar con cierta tranquilidad. También de eso depende en gran medida los logros que pueda mostrar el Ejecutivo.
Por ahora todo está difuso. Apenas si se ven las siluetas de los posibles candidatos. La pelea de fondo vendrá en los próximos meses. Quien gane la pulseada habrá dado un gran paso para definir como será la segunda mitad del año y el primer semestre de 2015.