El círculo de la corrupción se cierra con complicidad del poder político

CIUDAD DEL ESTE. El círculo que gira en torno a la corrupción se cierra con la complicidad del poder político. Ciudad del Este es un trofeo apetecido como destino para funcionarios públicos, es una oportunidad para enriquecimiento. El mayor entusiasmo en torno al contrabando, la falsificación y el narcotráfico se encuentra entre los funcionarios que deben combatir tales ilícitos.

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Ciudad del Este es un trofeo para la clase política paraguaya. La dirigencia premia con este destino a funcionarios leales, obsecuentes y sobre todo carentes de escrúpulos.

Un funcionario público con sentido ético, honesto, no tiene cabida en el sistema, al contrario, se convierte en un riesgo porque no es una persona en la cuál se puede confiar.

La corrupción se nutre de la complicidad colectiva: es imposible bajar mercaderías “en frío” de un avión carguero en el aeropuerto Guaraní sin el silencio cómplice de los funcionarios de la Dinac.

Otro tanto se puede decir de los funcionarios de Aduanas: se expiden documentos solo en caso de intervenciones del Ministerio Público y son tan burdos que los imprimen con la misma hora. Ni siquiera se preocupan por las formalidades.

Estos funcionarios llegaron con respaldo político. La misión es sencilla: juntar la mayor cantidad de dinero y distribuir entre los jefes que permitieron alcanzar el trofeo llamado Ciudad del Este.

Este es el contexto alrededor del cuál se realizan los nombramientos.

Podredumbre política

El diputado Delio Cabral, miembro del Partido Colorado, fue director de Aduanas en Ciudad del Este.

En las elecciones pasadas logró un escaño en la Cámara de Diputados, en representación del Alto Paraná.

El diputado Delio Cabral disfruta de un bienestar económico extremo. Su riqueza no guarda relación con el modesto salario con que llegó a Ciudad del Este.

Se podría llegar a la conclusión de que su fortuna es resultado de negocios ilícitos en la Aduana.

Ever Ovelar es otra persona que logró acceder a la Cámara de Diputados. En Ciudad del Este fue fiscal adjunto y ahora representa al departamento de Caaguazú en el Parlamento.

Se tiene a Nelson Aguinagalde, hoy senador de la nación. Aguinagalde fue gobernador del Alto Paraná, departamento que manejó a su antojo.

Como senador tiene la responsabilidad de velar por las instituciones y leyes de la República. Siendo gobernador no lo hizo, ¿por qué habría de hacerlo ahora?

Zulma Gómez no tiene nada que envidiar a sus colegas del Partido Colorado. Las filas del Partido Liberal Radical pueden competir codo a codo con sus adversarios políticos en materia de corrupción.

Sigue la lista

Andrés Retamozo, reelecto como diputado. Durante el periodo anterior, hasta diciembre del 2012, tuvo 28 ausencias en la cámara.

Blanca Vargas de Caballero, es la primera mujer en llegar a la diputación por el Alto Paraná. La misma es esposa del intendente de Minga Guazú Digno Caballero a quien varios ediles piden explicación sobre recursos de la Comuna.

Ramón Romero Roa, es su primer periodo en la Cámara de Diputados. Fue intendente de Minga Guazú, su administración recibió duras críticas por supuestos actos de corrupción. Llegó a ocupar el cargo de director en la Itaipú Binacional.

Mario Concepción Quintana, comerciante, cuenta con una lujosa residencia en el distrito de Presidente Franco. Nunca realizó actividad política, pero logró los primeros puestos en el movimiento Frente para la Victoria.

Gustavo Cardozo, experiodista y exgobernador del Alto Paraná, logró ser reelecto a pesar de su extrema improductividad parlamentaria. Al llegar a Ciudad del Este vivió en un barrio marginal.
Óscar González Drákeford, juró en el Parlamento. Es el diputado que tuvo mayor cantidad de ausencias en la cámara.

¿Qué puede esperar el Alto Paraná?

¿Cómo llegaron al Congreso Nacional? ¿Qué puede esperar el Alto Paraná de representantes de este tipo? Ya ni hablemos de las expectativas que podría tener el país.

Llegamos al extremo, vale la pena mencionar, de que nada menos que un senador de quien se sospecha lazos con el tráfico de estupefacientes, el caso de Roberto Acevedo, aspira precisamente a la presidencia de la comisión de lucha contra el narcotráfico.

El mensaje de la clase política no puede ser más claro: la impunidad es el medio para llegar al poder. Y lo están demostrando, sin rubor alguno.

En Ciudad del Este, el círculo de la corrupción se cierra con la complicidad de la clase política.

roque@abc.com.py

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