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Por otro lado, la Superintendencia de Bancos será la encargada de regular los giros de dinero en efectivo y las compras que se realicen a nivel país de todas la telefonías móviles para garantizar la protección de los usuarios. Esto posibilitará que en caso de que se den inconvenientes o anomalías en la prestación de este servicio, el BCP tenga un campo de acción para intervenir.
Se espera que la aplicación de la reglamentación pueda darse a la brevedad, debido a los inconvenientes y las quejas que van surgiendo entre los usuarios de algunas compañías que prestan el servicio. No obstante, las trasferencias se realizan con el aval del integrante del sistema financiero.
Desde hace tiempo los técnicos de la Superintendencia de Bancos (SIB) venían preparando la normativa para supervisar y regular los distintos medios de pagos vigentes en el país, empezando con los pagos y giros realizados a través de dispositivos móviles, confirmó a su vez Nelson Valiente, titular de la entidad.
Explicó que el marco regulatorio se hace necesario para controlar y supervisar a las operadoras telefónicas que están realizando el servicio financiero, básicamente porque hay un gran segmento de la población usuaria que ahora está desprotegida. En el caso de que estos operadores caigan o entren en insolvencia, van a quedarse con muchos clientes con saldos disponibles en su teléfono y sin poder utilizarlo, advirtió: “El objetivo de esta regulación es proteger a esta gran masa de la población que está usando ese servicio”.
La cantidad de abonados de telefonía móvil en nuestro país supera los 6 millones, o sea casi una línea telefónica por habitante.
Existen cuatro tipos de servicios financieros básicos en el mercado: los créditos, depósitos, seguros y los medios de pago.
Los tres primeros están supervisados por el BCP y hay normas específicas que regulan los servicios.
Pero falta aún la última pata, que es la de “medios de pago”.
La intención no es desalentar el instrumento, sino se busca una implementación sana de un excelente mecanismo de inclusión financiera y finalmente se busca proteger al usuario, concluyó el superintendente.