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El diputado Jorge Ávalos Mariño, referente de la bancada liberal que responde al oficialismo partidario, manifestó ayer a ABC Cardinal 730 AM que ya solicitaron todos los antecedentes y resoluciones judiciales que hacen al caso de su colega José María Ibáñez (ANR - Añetete), del Dpto. Central.
El parlamentario azul agregó que estudiarán el caso y que discutirán los resultados con algún abogado penalista que asesore a la bancada.
Sin embargo, en tono dubitativo dijo que si la situación reúne todos “los requisitos”, acompañarían el pedido de la diputada Kattya González (PEN - Central). Esta última propuso retirar la investidura a Ibáñez, atendiendo que el parlamentario colorado confesó su culpa en la estafa de sus tres “caseros de oro”, pero quedó impune con el pago de una irrisoria multa.
Ávalos Mariño finalmente recordó que aplicar el artículo 201 de la Constitución Nacional, de la Pérdida de Investidura, sería complicado atendiendo la vigencia de la ley del autoblindaje, que elevó a 53 –de total de 80– los votos necesarios para expulsar a un diputado. Anteriormente se interpretaba que con una mayoría simple (de la mitad más uno de los presentes) se podía aplicar el castigo.
Aunque Ávalos Mariño no lo mencionó, también dificulta reunir los votos necesarios a juzgar el pacto entre Colorado Añetete y los liberales efrainistas en la conformación de la Mesa Directiva de la Cámara Baja, donde vencieron a los liberales llanistas y colorados cartistas.
Trato de impunidad
Ibáñez fue imputado y juzgado por el polémico caso de los “caseros de oro”, en que hizo figurar a empleados particulares de su quinta en Itauguá como funcionarios de Diputados para percibir dinero del Estado.
Aunque los caseros primero se mostraron como víctimas, posteriormente se aliaron a Ibáñez para mantener la mentira. En octubre de 2014, el legislador y la fiscala del caso, Victoria Acuña, intentaron cerrar el expediente con la suspensión del proceso a cambio de una confesión y una multa.
Sin embargo la indignación ciudadana impidió el trato. Finalmente, cuatro años después Ibáñez y Acuña ejecutaron el mismo plan.