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“Buscaron el punto para dañar la salud de nuestro comandante. Tendrá que ser investigado por una comisión especial. Ya tenemos pistas”, aseveró Maduro a través de la televisora estatal antes de que se conociera la noticia del deceso del líder bolivariano.
Por su parte, Estados Unidos calificó de “absurdas” las acusaciones vertidas por el Gobierno de Venezuela.
“La afirmación de que Estados Unidos estuvo involucrado de alguna manera en la causa de la enfermedad del presidente Chávez es absurda, y la rechazamos completamente”, dijo en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell.
Ventrell insistió en que esa afirmación contra el Gobierno estadounidense es “falaz e inapropiada” y que, en consecuencia, Estados Unidos solo puede concluir que “Venezuela no tiene interés en mejorar las relaciones” mutuas.