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Édgar Villalba ocupa el cargo de defensor del pueblo adjunto y en tal carácter visitó la comunidad Maká instalada en la vecina ciudad de Mariano Roque Alonso.
Camino a puente Remanso, los maká tienen un asentamiento de ocho hectáreas; en el predio se observa el hacinamiento de 2.000 personas.
Édgar Villalba se entrevistó con el cacique Andrés Chemei.
El anciano líder maká explicó en forma detallada la grave situación que enfrentan por la usurpación de sus tierras y el violento desalojo en la isla Laefiyuket.
Chemei insistió en la necesidad de titular las tierras que recibieron del Estado paraguayo como un mecanismo para finalizar el conflicto que enfrentan.
Al respecto dijo: “El Estado paraguayo nos entregó tierras y mientras no tengamos los títulos de propiedad no tendremos paz”.
Reclamo la intervención del Indert: “El Indert debe reconocer el derecho que nace de un decreto-ley que viene de 1944. La tierra nos pertenece legítimamente”.
Preocupación por los jóvenes
Don Andrés mencionó a Édgar Villalba su preocupación por el futuro de su pueblo: “Somos maká, estamos orgullosos de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y queremos transmitir ese espíritu a nuestros jóvenes”.
Reconoció que el desempleo y la falta de oportunidades es un grave problema en el interior de la comunidad.
“Como ancianos debemos velar para que los jóvenes tengan oportunidades –siguió diciendo– de lo contrario no alcanzarán una vida digna”.
Las tierras ubicadas en la ribera del río Paraguay junto con la isla Laefiyuket se convierten en una alternativa válida para lograr ingresos que puedan destinarse a mejorar la salud y la educación de los maká en su conjunto.
Lamentó la violencia con que fueron desalojados de la isla situada aguas abajo de puente Remanso. “A punta de pistola nos sacaron y tiraron todas nuestras pertenencias al río”, denunció.
Violación a los derechos humanos
El defensor del pueblo adjunto calificó la situación como “una grave violación a los derechos humanos del pueblo Maká”.
Agregó que “lo que está pasando es inadmisible y la responsabilidad cae en las instituciones del Estado. El Indi ya se pronunció en favor de los maká, pero queda por ver la posición que tomará el Indert en este conflicto”.
Si bien el Indert ratificó que debe cumplirse el derecho que garantiza tierras para los maká, este es el momento en que el instituto agrario sigue poniendo paños fríos al tema.
La inacción del Indert tiene como consecuencia la violencia ejercida contra los indígenas. La “Comisión vecinal horticultores sin tierra y pescadores Chaco’i” es responsable del atropello que sufren los maká en la isla. En la reunión con el cacique Chemei, el defensor del pueblo adjunto ratificó el compromiso de acompañar la lucha maká.
“Es una lucha justa, una reivindicación que es compromiso del Estado paraguayo. Tanto el Indi como el Indert deben tomar las medidas necesarias de manera urgente para culminar este conflicto”, dijo el abogado.
Un sector del conflicto se encuentra en un barrio de Asunción, Zeballos Cue ¿y no es posible encontrar una solución?
roque@abc.com.py