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Mons. Ortiz, quien ofició de vocero del último día de la asamblea de los obispos, indicó que el pueblo cree que el Presidente debe ser católico porque aún no capta bien que la Constitución de 1992 separa el Estado de la Iglesia, y que un presidente también puede ser protestante, musulmán o ateo.
El obispo dice que la jerarquía percibe que si el presidente es menonita debe actuar como tal, sin embargo es ambiguo. "A él, cuando se le pregunta dice que es católico. Yo bauticé a dos de sus hijos en María Auxiliadora y estaba con su señora. Se le pregunta y dice que es católico, sin embargo da preferencia a la religión de su señora", remarcó.
A su criterio también hay preferencia por los menonitas en su gobierno. "Ahora, si esa gente pasa por los canales, como debe ser, está en su derecho, pero no debe hacer injusticia, que por ser de esa religión le pone", agregó.
Recordó que cuando iba a tomar posesión el 15 de agosto de 2003 acudió a la Conferencia Episcopal Paraguaya porque el arzobispo Pastor Cuquejo le negó que haya ese día un acto ecuménico, que fue solicitado por Duarte Frutos "por respeto a su señora", pero los obispos le dijeron que la religión menonita "es de ínfima menoría"; le expresaron que las otras confesiones también tendrían derecho. "El (Duarte Frutos) quedó un poco resentido. Yo creo que el arzobispo tuvo razón", apuntó.
Preguntado si aquel incidente originó alguna barrera con la Iglesia Católica, Ortiz dijo que de ninguna manera; dijo que "se resintió por respeto a su señora, pero no puso ninguna barrera", concluyó.
En cuanto al avance de las sectas y la descristianización, el obispo de Concepción adelantó que insistirán en la nueva evangelización, pero esta vez compaginando la catequesis con la acción social. Aclaró que ambos sistemas de evangelización deben complementarse en un laico que debe comprometerse con su realidad y su Iglesia.