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La vasta documentación legada al Estado Paraguayo por el historiador Juan Bautista Gill Aguínaga fue reunida durante 50 años y se basaba en comprar todo un patrimonio diseminado en países limítrofes especialmente, y que habían sido llevados durante el saqueo de Asunción, Piribebuy y otros puntos neurálgicos durante la Guerra del 70.
Así lo explicó su nieta Alejandra Peña Gill quien agregó que “cuando él vivía los tenía bien conservados y clasificados y lo abría para investigadores, siendo su principal objetivo que esto se conozca y circule. Muy distinto a otros historiadores que procuraban para sus investigaciones personales y más bien escondían documentos”.
Refirió que su abuelo padeció alzheimer los últimos años de su vida y ya no se pudo ocupar de hacer el museo, la biblioteca y el archivo público que soñaba: “La gran mayoría de su colección fue donada por los descendientes, mi abuela, mi madre y hermanos, al Estado Paraguayo en 1982. Las gavetas con documentos, estampillas y numismática valiosa permanecieron años en el subsuelo del Palacio de Gobierno. Tiempos posteriores a 1989 se mudaron a distintos repositorios, tanto al Ministerio de Defensa, como las monedas al Banco Central del Paraguay”.
La documentación que está en el Ministerio de Defensa se encuentra en pésimas condiciones de conservación por falta de presupuesto. Los recursos genuinos para el Museo y la Biblioteca ya no existen desde el año 2006 y actualmente dependen del presupuesto general del Ministerio de Defensa que solo prevé para gastos administrativos y no para la conservación o mejoramiento del acervo histórico.
El Cnel. DCEM Juan Mendoza, director general interino de Defensa de la Cultura, tras la separación del Abog. Federico Ríos, explicó que al llegar a la oficina se encontró con que el mueble con toda la documentación del Archivo de Juan Bautista Gill Aguínaga se mantiene al lado del escritorio de su antecesor, a la vez director del Museo Militar. De allí se sacaron los documentos que fueron entregados en préstamo a Marcos Maíz Montanaro.
Explicó que existen documentos invaluables en la institución y los primeros inventarios datan de 1958 y a partir de ahí se está haciendo la recopilación para ver la existencia real de los materiales. “Estoy haciendo una recolección y revisión exhaustiva de cada uno de ellos”, precisó.
El viceministro de Defensa, Gral. de Brigada (R) Víctor Picaguá Araújo, afirmó ayer que la prioridad para la Secretaría de Estado es la recuperación de los documentos, para lo cual conformaron una comisión especial que acompañó a los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores hasta Clorinda para interiorizarse del caso. A la vez, afirmó que se han iniciado varias acciones para dilucidar este caso que tomó por asombro a todos.
El Dr. Roberto Manuel Miranda, director de Asuntos Jurídicos de Defensa, precisó que se ha realizado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado para que tome cartas en el asunto y defina si existe algún delito. También se realizará la solicitud de un sumario administrativo a la Secretaría de la Función Pública para que indague a fondo todo lo relacionado con este caso.
pgomez@abc.com.py
Fotos: Andrés Cristaldo