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El diputado por Itapúa y único representante de su partido en la Cámara Baja dijo que el hecho ocurrió en la noche del 8 de setiembre durante el cumpleaños del titular de la cámara, Hugo Velázquez (ANR), que se celebró en la residencia de Julio Javier Ríos (ANR-Capital) y donde estaban invitados oficialistas, opositores y sus acompañantes.
Señaló que todo fue cordial hasta la llegada del Mandatario, quien ordenó apagar la música y comenzó a lanzar todo tipo de descalificativos contra senadores de la disidencia colorada y el Frente Guasu. Agregó que cuando advirtieron a Cartes de la presencia del parlamentario de izquierda, el Presidente lo acusó de “desestabilizador y secuestrador”.
Antes de quebrarse emocionalmente, el legislador señaló que la experiencia incluso le fue más traumática ya que lo acompañaba su hija de 13 años, quien posteriormente le rogó dejar el país.
Duarte sostuvo que Cartes, quien según aseguró estaba bajo los efectos del alcohol, se comportó como un “patrón” que con un tono amenazante “no respeta a nadie”. El parlamentario incluso acusó a Cartes de ser “una amenaza para la democracia del Paraguay”.
“Estamos en manos de un Presidente ebrio y descontrolado”, dijo para luego responsabilizar al Mandatario de lo que le pueda ocurrir a él y a su familia.
Al caer en llantos, las diputadas opositoras Karina Rodríguez (AP) y Olga Ferreira (Indep.) acudieron a consolarlo. Por su parte, la mayoría de los parlamentarios liberales aplaudieron a Duarte por su intervención.
Por su parte, Víctor Ríos (PLRA) dijo que el hecho se asemejaba a los peores años de la dictadura stronista.
“Recurso’ i ”
El oficialismo reaccionó inmediatamente mediante el diputado José María Ibáñez (ANR), imputado por la estafa de los “caseros de oro”, quien salió en defensa de Cartes y acusó a Duarte de ser un “recurso’i” por ventilar ante el pleno de la Cámara Baja un incidente acaecido en una fiesta privada.
Aseguró que en ningún momento el Presidente amenazó al diputado Duarte. Según el oficialista, es normal que una reunión social donde se encuentran políticos de diferentes facciones termine habiendo debates políticos.
“Lo que se dice en el marco de un cumpleaños, en el marco de camaradería, no se puede traer a este lugar”, insistió el legislador colorado.
Posteriormente los colorados intentaron poner “paños fríos” al asunto dando continuidad a la lectura de los proyectos de ley presentados sobre tablas.
No obstante, la situación empeoró poco después en un debate sobre crear una condecoración en honor a Esther Ballestrino.