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Mendoza admitió su error al entregar el vehículo de la Cámara a Sosa Farías, de quien dijo no era funcionario de Diputados. “No voy a evadir mi responsabilidad, pido disculpas a la ciudadanía y haré lo humanamente posible para que esto no vuelva a suceder. Tal como manifesté al presidente (de Diputados Pedro Aliana), yo correré con los gastos de reparación”, declaró.
Manifestó que cometió el error porque se autocalificó como muy servicial. Mencionó que cuenta con tres vehículos particulares, de los cuales uno de ellos usó para trasladarse hasta Asunción y que sus otras dos camionetas tenía ocupadas en otras gestiones. “No me restó más que esa posibilidad de ocuparle a él (Sosa Farías) con ese vehículo y bueno, es un error cometido. Asumo mi responsabilidad”, indicó.
La legisladora –molesta– dijo que a sus adversarios ocasionales y a la prensa lo único que les interesan son la camioneta y la calcomanía “Ramonita 2018” que llevaba el vehículo. Lamentó que no se dimensione la gravedad de la situación, ya que el hecho ocurrió a plena luz del día. “¿Si era yo la persona que estaba en el volante será que ahí terminaba la historia?”, se preguntó.
La diputada reconoció que tiene el vehículo de la Cámara hace muchos años y que es el vehículo que en mejor estado está porque siempre lo ha mezquinado.
“Yo suelo hacer algún servicio con este vehículo”, dijo sobre el uso que le da al rodado de la Cámara al argumentar que en su departamento existen muchas necesidades”, enfatizó.
Esta semana concluirá la investigación preliminar contra la legisladora que inició la Asesoría Jurídica.