Cargando...
José Tomás Benítez Villalba, funcionario de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), pertenecía a la Segunda División de Infantería de Villarrica, falleció el 9 de diciembre del 2014, pero siguió cobrando su sueldo, aguinaldo, seguro médico y demás beneficios durante 14 meses después de morir.
El Ejército Paraguayo contó con su presencia pese a su fallecimiento, ya que continuó pagándole religiosamente su salario de auxiliar administrativo como si asistiera diariamente, de 07:00 a 15:00, a su lugar de trabajo.
A principios del 2015 hasta obtuvo un aumento salarial. De un sueldo base de G. 1.729.266 que percibía a fines de 2014, luego de fallecer, pasó a cobrar G. 1.921.100 el año pasado y en enero del 2016 subió a G. 2.300.000.
El nombre del fallecido estuvo hasta febrero de este año en planilla. Según los papeles cobraba todos los beneficios que corresponden a un funcionario estatal. En sus extractos figura cobro de subsidio familiar, seguro médico, otros gastos de personal, “cobrando” en los últimos meses G. 2.500.000. Uno de esos beneficios se volvió a cobrar en su nombre en julio pasado. Nadie sabe quién cobraba su salario, el difunto era muy mayor y ya no tenía esposa. Los centros financieros donde por cierto se encuentran los militares vip que cobran G. 30 millones para arriba, procesan los pagos, que pasan a Fuerzas Militares.
El actual comandante de Villarrica, general Óscar Cardozo, dijo que escuchó hablar del señor Benítez. “En el último aniversario que hicimos se acordaron de él, pero tendría que informarme”, acotó. Dijo que asumió el cargo en noviembre pasado y agregó que el general Roberto Garcete estuvo como comandante en el 2015. Es decir, ambos fueron cabeza del cuartel en los años que cobró el desaparecido.
Garcete ya es famoso por facilitar el negocio ganadero en el cuartel de Misiones, donde ahora es comandante.