Destituyen a Fernández Gadea y Ríos Avalos y renuncia Lezcano

Sin lugar para las sorpresas, la Cámara de Senadores, constituida en tribunal, destituyó ayer a los ministros de la Corte Suprema Carlos Fernández Gadea, con 44 votos (por unanimidad) y Bonifacio Ríos Avalos, con 43 votos (una abstención). Minutos antes de iniciarse la sesión, había renunciado el tercer enjuiciado, Luis Lezcano Claude. En las casi seis horas que duró la deliberación del tribunal, se escucharon los fundamentos más sólidos, desde el punto de vista político y jurídico, para fundamentar la destitución. Ahora se inicia el proceso de negociaciones para llenar las vacancias producidas.

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Sin tropiezos y en la forma que lo habían planificado los presidentes de partidos políticos, el presidente de la república y el Congreso, se cumplió ayer la última jornada del juicio político. No hubo sorpresas de último momento y los acusados fueron destituidos de sus cargos.

La única novedad fue la renuncia que presentó el ministro Lezcano Claude poco antes de iniciarse la sesión. Las versiones de que Ríos Avalos haría lo mismo quedaron desvirtuadas con la aparición de su abogada y esposa Sara Parquet y su otro abogado, Adolfo Ferreiro, para seguir el desarrollo de la sesión.

Apenas se declaró abierta la sesión, el presidente del tribunal, Carlos Mateo Balmelli, realizó el juramento que habían hecho en la primera sesión el resto de sus colegas.

El motivo es que iba a votar, a pesar de que en una de las sesiones le había dicho a Antonio Fernández Gadea, defensor de su hermano Carlos Fernández Gadea, que él no votaba por ser el presidente del tribunal. Mateo Balmelli dijo que había revisado la cuestión legal y encontró que estaba habilitado para emitir su voto.

Posteriormente, representantes de cada una de las bancadas comenzaron a fundamentar la decisión que iban a tomar. Primero el liberal Miguel Abdón Saguier, presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, y luego Marcelo Duarte (PQ), presidente de la comisión de Legislación y Codificación, hicieron sólidas y documentadas, especialmente el primero, consideraciones constitucionales y políticas para rebatir la defensa que ejercieron los ministros.

Luego, Juan Carlos Galaverna, líder de la bancada oficialista y el único que hablaría a la postre en nombre de su sector, adoptó una pose de "perdonavidas", elogiando a todos, defensores, acusados, fiscales, etc. y en especial al presidente de la república, Nicanor Duarte Frutos y al Partido Colorado, sosteniendo que eran los principales autores de la renovación de la Corte.

A su turno, hablaron Carlos Filizzola (PPS), Emilio Camacho (PEN) y Armando Espínola (PLRA). El senador Enrique González Quintana, presidente del partido Unace, reivindicó en su discurso la figura del líder de su sector, Lino Oviedo. Los últimos que hicieron uso de la palabra fueron Alfredo Luis Jaeggli (PLRA), que habló solamente para denunciar tráfico de influencias y denostar contra Sara Parquet y el abogado Felino Amarilla, luego Adriana de Fernández (Unace), que también reivindicó a Lino Oviedo, y finalmente Juan Manuel Marcos (PLRA).

Antes de procederse a la votación se planteó un pequeño debate sobre la posibilidad de remitir o no a la justicia los antecedentes de los ministros acusados. Mateo Balmelli, al igual que Galaverna, dijo que eso era potestad de cualquier ciudadano en particular y el tema se desestimó. Ya en la votación, llamó la atención el único ausente, el liberal Domingo Laíno, quien estuvo presente al inicio. El colorado Bader Rachid Lichi, por su parte, fue el único que se abstuvo en la votación sobre su amigo Ríos Avalos.
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