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En los discursos de despedida frente a la cruz mayor de la Recoleta destacaron la personalidad del capitán Silva, adornada por la honestidad, valentía y patriotismo, entre otros valores, según coincidieron en puntualizar los oradores. El capitán de Caballería Luis Ramos, en nombre de las Fuerzas Armadas, hizo un reconocimiento al destacado excombatiente y habló de su brillante actuación en la contienda de 1932 al 35. Federico Campos López Moreira, de la Unión de Reservistas de las FF.AA. del Paraguay, resaltó el respaldo que dio Silva a la organización de los reservistas, que finalmente fue reconocido por el Estado, y su participación, como comandante de la reserva, en el desfile del Bicentenario, realizado el 14 de mayo del 2011, en un día lluvioso, y cuando el ahora fallecido ya tenía 101 años.
Dijo que el capitán fue un “ejemplar civil y valiente militar”. Otro orador reservista destacó las condecoraciones que recibió Silva, entre ellas la Medalla de Gran Maestro de la Orden de Simón Bolívar, la máxima distinción que otorga Bolivia a sus dignos adversarios. El reservista dijo que este reconocimiento fue entregado por el gobierno de Evo Morales por el trato digno que dio el capitán a prisioneros bolivianos durante la Guerra del Chaco. Las condecoraciones nacionales recibidas por Silva son las medallas de Boquerón, Cruz del Chaco y Cruz del Defensor.
El capitán Silva nació en Caapucú, departamento de Paraguarí, el 3 de abril de 1910. En 1928 ingresó a la Escuela de Aspirantes a Oficiales de Reserva, que actualmente es el Cimefor. Se recibió de teniente 2° de reserva de Caballería en el Regimiento “Valois Rivarola”. Estaba estudiando Medicina cuando se alistó al Ejército en campaña y por sus valientes actuaciones fue escalando hasta el grado de capitán.