Deslindan responsabilidad

Leo Rubin, directivo de Radio Magic SA, sostuvo que la organización del II Encuentro de la Nación Guaraní, de la cual estuvieron encargados, se hizo a cabalidad, incluso dejando varios beneficios a la comunidad de Jaguatî.

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La Secretaría de Cultura, a cargo de Ticio Escobar, había designado a esta empresa –a cargo de Leo Rubin y Javier Bernardes– para los trabajos operativos del evento internacional que preveía albergar a indígenas de Paraguay, Argentina y Bolivia.

Los óga guasu construidos con pajas y tacuara se mantuvieron en pie por el Gobierno nacional hasta el cambio en 2012, a pesar de que el evento solo duró cinco días, explicó Leo Rubin.

A su criterio, la construcción de estas casas, desde un inicio, estaba prevista para que duren provisoriamente, debido a que se trataba de un evento: “No estaba previsto que las casas sean eternas”, puntualizó. Sin embargo, dijo que el Gobierno resolvió destinar un presupuesto para el mantenimiento de las obras, que duraron al menos un año, hasta el cambio de gobierno.

Agregó que para la ocasión varios fueron los gastos que se realizaron, incluso servicios básicos como caminos, luz y agua, debido a que la zona carecía de ellos.

“Muchos fueron los gastos e incluso se dispuso que todo lo que se usara quedara de alguna manera para el beneficio de la comunidad luego de terminada la actividad”, aseguró Rubin.

En referencia a los óga guasu, Rubin sostuvo que un temporal y un posterior incendio fueron los causantes de que la mayoría de las obras hayan desaparecido, pero explicó que las acciones posteriores fueron realizadas en consulta con los jefes de la comunidad indígena asentada en el lugar.

Dijo además que la falta de mantenimiento fue lo que originó principalmente que las construcciones no hayan perdurado hasta hoy día.

Con los G. 2.000 millones –presupuesto que quedó corto, de acuerdo con Rubin– se tuvieron que cubrir gastos de traslado de los más de 1.200 indígenas paraguayos y extranjeros, gastos de estadía como la comida y lugares apropiados para dormir (por cinco días) y muchos otros.

“G. 500 millones del presupuesto se destinaron al pago de mano de obra generada para los indígenas por unos tres meses”, detalló.

En la primera etapa se montaron 15 óga guasu para hospedaje y dormitorio. Uno de estos servicios era para la sala de reuniones, que consistiría en seis estructuras contiguas de 20 metros por 8 metros, además de una cocina y un depósito.

También se construyeron 20 baños para hombres y 20 para mujeres, con 18 vigas, 120 tacuaras, 400 macillos de paja y 20 kilos de alambre.

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