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Sumido en la impotencia y totalmente destrozado por el tremendo dolor, en un diálogo con ABC Color manifestó que no sabe qué decir todavía y que solo espera alguna señal de los secuestradores. “¿Por qué a mi hijo?, siempre trabajamos y nunca hemos hecho nada malo a nadie”, exclamó Hiebert Froessen.
Su hijo fue secuestrado el lunes 21 de agosto último, y previamente los criminales incendiaron el tractor en el que se desplazaba en la zona de Tacuatí, departamento de San Pedro.
Totalmente desorientado ante al plagio de su hijo y sin contar aún con señal o mensaje de los secuestradores, y sin ningún resultado de la Fuerza de Tarea Conjunta, el colono Enrique Hiebert charló brevemente con ABC Color. Comenzó diciendo: “Tengo la cabeza hinchada, no se qué decir ni qué hacer, estoy esperando alguna señal de los que le llevaron a mi hijo”.
Afirmó que nunca recibieron amenaza alguna. “Siempre hemos trabajado sin hacerle nada malo a nadie”, indicó. Luego miró al suelo y volvió a ingresar a su domicilio.
La víctima del secuestro es de condición humilde, su familia compró en la semana un tractor para trabajar en la chacra, llenó el tanque y por primera vez ingresó a la zona de la estancia San Eduardo para pedir prestado un implemento agrícola de un familiar.
De regreso a su casa, los criminales lo interceptaron y retuvieron, incendiaron el tractor y lo llevaron consigo dejando en el lugar panfletos alusivos al grupo criminal autodenominado EPP.
La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), compuesta por militares y policías para combatir a dicha banda, sigue con notorios desplazamientos con vehículos blindados, hacen incursiones y sobrevuelos con helicópteros, pero sin conseguir hasta ahora algún resultado.
El rapto del menonita Franz Hiebert Wieler, de 32 años, que se produjo el lunes último en el distrito de Tacuatí, sería una de las “pruebas” más importantes para los nuevos integrantes del grupo criminal EPP.
Se sospecha que algunos de los autores podrían ser los hermanos Argüello Larrea, que desaparecieron de Arroyito hace un mes.
Hoy en todas las iglesias menonitas una vez más harán oraciones y súplicas por la libertad de los secuestrados y por la paz en el norte de la Región Oriental para que puedan volver a trabajar y producir con tranquilidad.