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La Administración Federal de Ingresos Públicos de la Argentina (AFIP), responsable del servicio de aduanas, impone restricciones al tráfico comercial terrestre paraguayo con Chile.
Para llegar al Pacífico sin utilizar rutas argentinas se tiene como opción a Bolivia; el país andino realizó fuertes inversiones en los últimos años en infraestructura vial.
Bolivia logró completar un camino asfaltado que permite unir las fronteras de Brasil, Chile y Perú siguiendo un trazado que cruza los puntos más bajos de la Cordillera de los Andes.
La administración de Evo Morales dedicó un esfuerzo ponderable para lograr que la ruta bioceánica fuera una realidad en su país.
La alternativa para nuestro país es utilizar las vías bolivianas para llegar al puerto de Iquique.
El problema es que no tenemos cómo hacerlo: la ruta Transchaco, inaugurada por Nicanor Duarte Frutos es un verdadero desastre. No sirve para nada.
Desapareció el asfalto
La ruta Transchaco, para llegar a la frontera con Bolivia, tiene el siguiente trazado: Mcal. Estigarribia-La Patria-Infante Rivarola.
El asfaltado del tramo Mcal. Estigarribia-La Patria desapareció, no existe más. Se tiene la impresión de que simplemente se trató de una pintura que terminó por borrarse.
En reemplazo del asfalto quedaron verdaderos cráteres, tremendos pozos que vuelven una tortura circular por dicha ruta.
Estamos hablando de unos 80 kilómetros de tierra donde hubo pavimento, quedaron alternadamente pedazos de pavimento, luego pozos, siguen huellas profundas, pequeños talcales. Todo en una sucesión infernal para transitar.
En estas condiciones no se puede hablar de una alternativa para llegar a los puertos del Pacífico.
El comercio con Iquique moviliza vehículos de gran porte, con gran cantidad de mercaderías.
Una pequeña distracción del conductor puede ser suficiente para inutilizar el ca mión en uno de los pozos.
Y no es necesario entrar en detalles de los días de lluvias, en un suelo arcilloso como el chaqueño.
Necesidad imperiosa
Así como están las cosas, no hay forma de escapar de las rutas argentinas y las arbitrariedades de la AFIP, cuyos funcionarios seguirán con la misma impunidad en perjuicio del comercio terrestre paraguayo.
El Estado paraguayo gastó alrededor de 200 millones de dólares en el asfaltado del tramo Mcal. Estigarribia-La Patria-Infante Rivarola y en menos de cinco años apenas si nos queda en las manos algo de asfalto y mucha arena.
En contrapartida, la ruta boliviana que une Villa Montes con Infante Rivarola sí puede considerarse una obra de infraestructura vial; la nuestra no pasa de ser un ejemplo de negociado y corrupción.
A Bolivia le faltan apenas 20 kilómetros para completar el tramo, y se estima que en cinco meses estará terminada. Es una ruta con cinco centímetros de asfalto.
Horacio Cartes tiene la responsabilidad de enmendar el “error” de su amigo Nicanor Duarte Frutos.
roque@abc.com.py