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En el asentamiento Santo Domingo de esta ciudad, son muchas las familias insolventes que piden un techo digno. Entre ellas una situación muy complicada atraviesan Rosa Muñoz Báez, de 40 años, una madre soltera, enferma cardíaca y sus hijos de 17 y 9 años, con parálisis cerebral y trastornos generalizados, respectivamente.
Habitan una precaria vivienda con techo de fibrocemento, muy baja y mal construida. Sus ocupantes, a más de soportar el calor y otras precariedades, están en peligro permanente. En el 2015, al inaugurar Horacio Cartes las primeras 64 viviendas, dicha familia no fue beneficiada, presuntamente por problemas burocráticos.
Según especificó la presidenta de la comisión del asentamiento, Mary Cruz Vázquez, en abril se construirán 80 viviendas más, pero la familia referida tampoco está en el listado.
En el asentamiento se encuentran familias pudientes que acceden al lugar preferentemente bajo bendición del ministro Juan Carlos Baruja. Según pobladores, este engaña a los ocupantes, que tienen varias necesidades, como la permanente falta de agua.
Vázquez, que también es activista política de Baruja, explicó que en el lugar hay un pozo artesiano de 55 metros y que en realidad debía ser de 120 metros, por lo que no da abasto. Señaló que cuando estaba en marcha la búsqueda de la firmas para la enmienda constitucional, ella y otras 10 personas fueron convocadas para una reunión con el político. “Era para hacer firmar; yo le manifesté que él primero debe cumplir una antigua promesa de excavación de un nuevo pozo y me respondió que trabajemos ya nomás y que luego él solucionaría el tema”, refiere Vázquez. Apuntó que fue una tarea bastante difícil, “nadie quería saber de Cartes y yo misma firmé, únicamente por la necesidad, sin embargo, hasta ahora no cumple”, dice la dirigente.
No fue posible obtener la versión del ministro Juan Carlos Baruja. Pese a la insistencia en diferentes horarios, no atendió 5 llamadas nuestras y tampoco contestó los mensajes en el número con terminación 110.