Denuncia penal para amedrentar

En su presentación, el abogado Marcial Bordas explicó que sus clientas y ahora sus socias en la empresa San Agustín, dijeron que el 15 de abril de 2003, se realizó la última asamblea de la SA en la casa de la presidenta, Elvira Cabrera. Agregaron que en aquella ocasión presentaron sus acciones y que nunca pudieron retirar.

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Bordas apuntó en su demanda que sus clientas Rosalía García y Fulvia Almada, en reiteradas ocasiones reclamaron a la presidente la devolución de sus acciones y que esto nunca ocurrió. Acotó que debido a ello incluso presentó una denuncia penal por el hecho punible de apropiación, aunque aclara que no cree que la presidenta de la SA se haya quedado con esas acciones.

Elvira Cabrera era la presidenta de la sociedad y como hija de Carmelo Cabrera tenía la mayor cantidad de acciones y sabía que los demás eran solo prestanombres.

Sin embargo, personas inescrupulosas se habían asociado para despojarlas a ella y a su hermana de los bienes que legalmente les corresponde y que están dentro de la empresa San Agustín.

La denuncia penal por apropiación, según fuentes, era para amedrentarla y además era una señal de que incluso podría irse a prisión si no se presta a las maniobras de la rosca que operaba para quedarse con los bienes.

Luego manifestó que el directorio de la SA nunca se ha reunido y que no se ha rendido cuentas de su patrimonio.

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