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Muchos aprendimos a tomarle el gusto a la lectura a instancias de ella. La obligación de leer libros enteros para analizar y presentar monografías se convirtió en un gran placer. Retirada de la docencia, continúa marcando época e instando a la lectura.Para Emina Nasser, el Bicentenario es una fecha que no solo nos invita a celebrar, sino también a reflexionar, a pensar y a tener conciencia.
Hoy día, gracias a la tecnología y la infraestructura, numerosos colegios poseen nutridas bibliotecas con un derroche de materiales, tanto en libros, revistas, documentos, diccionarios y enciclopedias, pero advierte que "de nada sirven los libros si los jóvenes no los leen".
En un tono sarcástico e irónico, a su criterio muchos jóvenes de la actualidad han perdido el gusto por la lectura y "si muchos ni siquiera leen Condorito, pedirles que lean El Quijote ya es demasiado".
Evidentemente según su análisis la causante de todos los males ha sido el mal uso y abuso de la televisión. La computadora y la tecnología que avanza cada vez más ayuda, siempre que no sea utilizada solo para los jueguitos. Los jóvenes prefieren chatear o hurgar en internet en distracciones más que en lecturas de contenido. "¿Qué ganan hoy los jóvenes leyendo un libro si tienen todo en internet?", se pregunta irónicamente.
Recuerda que en sus últimos años de enseñanza en la universidad los trabajos prácticos se convirtieron en un dilema, pues los alumnos traen monografías "demasiado bien hechas", increíblemente elaboradas, con las comparaciones entre los personajes y los ambientes en forma perfecta, sin esfuerzo alguno. "Fue cuando me di cuenta de que todo habían bajado de internet. En último término acepté a quienes llamé y pregunté sobre el contenido, porque por lo menos me di cuenta de que habían leído. Otros ni siquiera sabían lo que habían copiado y pegado", menciona.
Emina Nasser nació el 7 de diciembre de 1934 en Asunción. Era de una familia muy tradicional de la época. Desde niña fue brillante. Ligera de movimientos y muy inquieta, el profesor de Matemáticas Fernando Oca Del Valle le puso cariñosamente el nombre de "lagartijita".
Terminó sus estudios de maestra y profesora con medalla de oro. Luego pasó a la Universidad Nacional para estudiar Lengua Española. Así conoció a Rolando Natalizia; ella era alumna y él, profesor. Al principio existió como una antipatía porque Emina era muy cuestionadora y Rolando no era muy paciente.
En esa época el título de profesora normal se equiparaba al de bachiller con el mismo derecho a optar por la universidad. La diferencia está en que el profesorado no daba Latín, por lo que los bachilleres tenían una ventaja sobre los demás.
Con estas diferencias Rolando ponía puntual atención en explicar cosas elementales para unos, pero nuevas para otros. Emina había captado al vuelo el Latín y no tuvo la menor dificultad. Un día, ante una acotación de ella, el profesor dijo: "Señorita, cállese, estoy hablando para los que no son bachilleres". Ella le respondió: "Es que yo no soy bachiller". Luego vino la simpatía, el amor y el matrimonio.
Fue excelente maestra y profesora en todos los niveles académicos: primaria, secundaria y nivel superior y ofreció un sinnúmero de charlas y cursillos.
1- Entre los años 1904 y 1931, la estructura escolar estuvo dividida en cinco regiones escolares. La enseñanza secundaria estaba representada por colegios nacionales y los privados dirigidos por congregaciones religiosas.
2- En 1929 fue promulgada una ley que establecía la autonomía universitaria, ya que hasta entonces la Universidad Nacional de Asunción dependía del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública. Ese año se aprueba la ley de reforma universitaria.
3- En 1992 se creó un Consejo Asesor para la Reforma Educativa que elaboró un documento que sirvió como base para definir los ejes principales de la intervención en el sistema educativo. Apuntaba a modificaciones en la parte curricular.
Hoy día, gracias a la tecnología y la infraestructura, numerosos colegios poseen nutridas bibliotecas con un derroche de materiales, tanto en libros, revistas, documentos, diccionarios y enciclopedias, pero advierte que "de nada sirven los libros si los jóvenes no los leen".
En un tono sarcástico e irónico, a su criterio muchos jóvenes de la actualidad han perdido el gusto por la lectura y "si muchos ni siquiera leen Condorito, pedirles que lean El Quijote ya es demasiado".
Evidentemente según su análisis la causante de todos los males ha sido el mal uso y abuso de la televisión. La computadora y la tecnología que avanza cada vez más ayuda, siempre que no sea utilizada solo para los jueguitos. Los jóvenes prefieren chatear o hurgar en internet en distracciones más que en lecturas de contenido. "¿Qué ganan hoy los jóvenes leyendo un libro si tienen todo en internet?", se pregunta irónicamente.
Recuerda que en sus últimos años de enseñanza en la universidad los trabajos prácticos se convirtieron en un dilema, pues los alumnos traen monografías "demasiado bien hechas", increíblemente elaboradas, con las comparaciones entre los personajes y los ambientes en forma perfecta, sin esfuerzo alguno. "Fue cuando me di cuenta de que todo habían bajado de internet. En último término acepté a quienes llamé y pregunté sobre el contenido, porque por lo menos me di cuenta de que habían leído. Otros ni siquiera sabían lo que habían copiado y pegado", menciona.
Emina Nasser nació el 7 de diciembre de 1934 en Asunción. Era de una familia muy tradicional de la época. Desde niña fue brillante. Ligera de movimientos y muy inquieta, el profesor de Matemáticas Fernando Oca Del Valle le puso cariñosamente el nombre de "lagartijita".
Terminó sus estudios de maestra y profesora con medalla de oro. Luego pasó a la Universidad Nacional para estudiar Lengua Española. Así conoció a Rolando Natalizia; ella era alumna y él, profesor. Al principio existió como una antipatía porque Emina era muy cuestionadora y Rolando no era muy paciente.
En esa época el título de profesora normal se equiparaba al de bachiller con el mismo derecho a optar por la universidad. La diferencia está en que el profesorado no daba Latín, por lo que los bachilleres tenían una ventaja sobre los demás.
Con estas diferencias Rolando ponía puntual atención en explicar cosas elementales para unos, pero nuevas para otros. Emina había captado al vuelo el Latín y no tuvo la menor dificultad. Un día, ante una acotación de ella, el profesor dijo: "Señorita, cállese, estoy hablando para los que no son bachilleres". Ella le respondió: "Es que yo no soy bachiller". Luego vino la simpatía, el amor y el matrimonio.
Fue excelente maestra y profesora en todos los niveles académicos: primaria, secundaria y nivel superior y ofreció un sinnúmero de charlas y cursillos.
1- Entre los años 1904 y 1931, la estructura escolar estuvo dividida en cinco regiones escolares. La enseñanza secundaria estaba representada por colegios nacionales y los privados dirigidos por congregaciones religiosas.
2- En 1929 fue promulgada una ley que establecía la autonomía universitaria, ya que hasta entonces la Universidad Nacional de Asunción dependía del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública. Ese año se aprueba la ley de reforma universitaria.
3- En 1992 se creó un Consejo Asesor para la Reforma Educativa que elaboró un documento que sirvió como base para definir los ejes principales de la intervención en el sistema educativo. Apuntaba a modificaciones en la parte curricular.