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El gobernador liberal de Central, Blas Lanzoni Achinelli, era un empleado del depósito de materiales de su papá, que hacía de chofer y apuntaba los pedidos en el negocio. Ingresó a la política, fue intendente, diputado, hoy día jefe de Central y cambió su realidad de modesto ciudadano, oriundo de Pirayú.
En la última década adquirió una docena de propiedades en distintos puntos de Central. Entre sus inversiones de los últimos cinco años figura una casa de verano en el barrio cerrado Costa Lago en Ypacaraí; la edificación de un moderno depósito anexado a un negocio de venta de tejidos en Guarambaré, un cargado depósito de materiales en Ypané, una importante residencia en construcción en Capilla del Monte - Ñemby, una fábrica de pastas que se encuentra en montaje en Capiatá, un inmueble con casa antigua en Caacupé, y otros terrenos en Ypané, Itá, etc.
La esposa del gobernador, María Verónica Acosta, quien también se encarga del negocio de venta de materiales, aparece como compradora de varios de los inmuebles citados. La mujer es la que figura como inversionista de la fábrica de pastas que se encuentra en etapa de montaje en la ciudad de Capiatá.
¿De dónde sacó la plata? le preguntamos al gobernador Lanzoni y respondió: “Somos un familia que tenemos venta de materiales de construcción hace 25 años. Tenemos dos depósitos nuestros, trabajamos en sociedad con mi papá”.
El gobernador sostuvo que su metodología de inversión es “despacito y a cuotas”; de hecho acercó algunas escrituras de compras de propiedades a cuotas. “El tinglado en Guarambaré venía construyendo despacito, 4 años después terminó. La casa de Ypacaraí también venimos construyendo despacito, es una casa donde invirtió toda la familia, todos nos ayudamos; en el 2006 inauguré la loza y en el 2012 terminé todo”.