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Cuestionó además el gran endeudamiento que contrajo nuestro país y que se justificaría en el caso que solucionen los problemas, pero en este caso ven que se compromete a varias generaciones. Durante el Gobierno de Cartes (entre el 2013 y mayo de 2017) la deuda pública llegó a US$ 6.928,5 millones. Hubo un crecimiento del 65,9%, lo que equivale al 23,3% del PIB.
Aguayo indicó que este gobierno desde sus inicios y hasta ahora no se acordó de la problemática de la reforma agraria, pese a ser un mandato constitucional, en su artículo 114, en el que dice que el gobierno debe crear las condiciones para el desarrollo del país.
Señaló la profunda crisis política que existe en el país, por lo cual decidieron hablar con todos los sectores políticos sin distinción, para alcanzar uno de los objetivos que se fijaron: la aprobación de leyes favorables al sector campesino.
Sobre la etapa electoral en la que entramos este año, Aguayo dijo que por un lado es ventajoso porque ningún sector político tendría interés de quedar en falta con los campesinos. Por otro lado, indicó que la gran división que existe entre los distintos sectores representados en el Congreso hace difícil que dejen sus diferencias de lado para ocuparse de los temas importantes del país.
Destacó que normalmente, en este tiempo electoral, son los políticos quienes se acercan a los sectores organizados de la ciudadanía para intentar captar su apoyo. Sin embargo, son los productores los que se preocupan de las soluciones.