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–Un año de gestión. ¿Cuál es el balance?
–El 5 de enero va a ser un año. Ha sido una actividad muy gratificante a pesar de los largos días de trabajo y las pocas horas con la familia. Yo creo que tenemos que detenernos a reflexionar de repente, mirar hacia atrás y ver un poco todo lo que hemos transitado. Arrancamos el año en el campo fiscal con un presupuesto aprobado por el Congreso, con un déficit bastante mayor del que programó el Gobierno.
–¿Cuánto?
–Un déficit del 3,2%. Arrancábamos sabiendo que el ambiente económico regional iba a ser más complicado y sabíamos que internamente era un año más complejo porque había un calendario electoral bastante intenso. Aún así creo que el Paraguay hizo como la hormiguita de la fábula. Trabajó en el verano, fortaleció su economía y es lo que le permitió que en este 2015 sea la segunda economía con mayor crecimiento en toda América Latina.
–¿Cuánto creció?
–El 3% confirmado. Es la última proyección del Banco Central hace una semana. Hemos visto una economía que ha generado nuevos empleos. El último dato que hay –del trimestre– habla de una generación neta de 80.000 puestos de trabajo en los últimos 12 meses. El crédito sigue fluyendo, el comercio en menor medida pero sigue expandiéndose. Hay mucha inversión privada.
Esta crisis regional le favorece al Paraguay. Los inversionistas lo ven con otros ojos, diferentes a como lo veían antes. Gusta la mano de obra que es trabajadora y aprende muy rápido. Vamos a exportar 20% a Brasil, en un año en que Brasil está cayendo 4% de su economía. Eso está demostrando una oportunidad muy interesante para Paraguay, para diversificar también su economía, como en el rubro de autopartes.
–El contrabando fue catastrófico, dicen los industriales.
–El contrabando golpeó fuerte pero principalmente por el problema cambiario con Argentina.
–¿Cuál es el impacto del fin del cepo cambiario adoptado por el gobierno de Macri?
–Es excelente. Creemos que va a tener un impacto muy positivo. Imagínese un importador paraguayo que tenía que importar de Argentina. Le cambiaban sus dólares a 8 pesos. Sin embargo, el que se iba y cruzaba la frontera en Clorinda le cambiaban a 15 pesos. Entonces, perdía competitividad y es eso lo que hacía era fomentar el contrabando. Esto tuvo un corte muy abrupto. Los empresarios nos están diciendo que ha habido una disminución importante del contrabando. De hecho, en estos días se estuvo anunciando un remarcaje general de los precios en Clorinda, del 20%. Esto va a tener impacto en los comercios locales y en las recaudaciones.
–¿Cuál es la percepción que tienen del cambio de Gobierno en la Argentina?
–Hay un cambio de actitud hacia las relaciones comerciales. Me reuní con el ministro de Hacienda argentino durante la Cumbre del Mercosur. Realmente muestran una apertura que nosotros ya nos habíamos olvidado que podía existir.
–¿Un sueño?
–Nos parece demasiado lindo para ser verdad lo que está pasando en la Argentina. Pero ahora ellos tienen que demostrar su voluntad, cuando nuestras mercaderías que cruzan no sean detenidas en la frontera.
–¿A nivel internacional?
–Son buenas las perspectivas pero tenemos que ser cautos. No vamos a crecer 14% ni 7% porque las condiciones internacionales han cambiado. Hoy estamos en un escenario totalmente diferente al que Paraguay vivió durante 10 años. Los commodities (materias primas) ya no obtienen las ganancias que tenían antes. La soja ya no sale 600 dólares. Ha habido una disminución en todos los precios y eso nos impacta. China que era el gran motor del crecimiento mundial se está desacelerando y Estados Unidos cambió su política monetaria que mantenía la tasa de interés muy baja. Hoy la tasa de interés está aumentando y eso funciona como una aspiradora. Los dólares se están yendo a Estados Unidos y eso hace encarecer el tipo de cambio.
–¿Va a seguir subiendo?
–No sé si el guaraní va a perder valor o el dólar se va a fortalecer. No es tanto cómo se comporta el dólar directamente con el guaraní sino cómo se comporta el guaraní con el real o con el peso, porque Paraguay no solo importa de EE.UU. Si Argentina y Brasil se devalúan más quiere decir que el guaraní se fortalece. Es la explicación de por qué en Paraguay no ha habido un aumento en la inflación. El guaraní se devaluó pero la inflación no subió.
–¿La inflación, cuánto?
–Estamos cerrando en 3%. En Brasil está arriba de 10, en Uruguay cerca del 10, Argentina está cerca del 30%. Eso se da porque el guaraní es la moneda que menos se ha devaluado. Por eso se mantienen los precios muy estables.
–¿Son los efectos de la política liberal contra la proteccionista y populista de los vecinos?
–Más que liberal, yo creo que fue mantener una prudencia con fundamentos macroeconómicos sólidos. Es como el niño que tiene que alimentarse bien para tener buena salud y no se enferme. Eso es lo que hizo Paraguay a lo largo de estos últimos 12 años. Ha mantenido una buena salud. Entonces, cuando viene un viento frío no se enferma. Sin embargo, otros países se han debilitado.
–¿Por qué se debilitaron?
–Brasil tuvo una política monetaria muy laxa. Bajó la tasa de interés cuando ellos sabían que tenían que aumentarla. Gastaron más de lo que debían. Se endeudaron más de lo que podían. Cambiaron las condiciones internacionales y el impacto sobre la economía fue mucho más fuerte.
–Y ¿eso es suficiente?
–No. No es. Tenemos que generar mejores condiciones para que las empresas puedan generar también más y mejores empleos.
–Las críticas al Gobierno se enfocan en el endeudamiento.
–El endeudamiento creció en los últimos años, pero eso es única y exclusivamente consecuencia de la inversión. Si Paraguay no hubiese invertido los últimos dos años, hoy no estaríamos creciendo al 3%. Hubiéramos estado igual que Argentina o Brasil. A pesar de todo tenemos la menor tasa de endeudamiento, 18% del PIB. Es muy baja. Pero tenemos un déficit en inversión pública enorme. Estamos ubicados a los niveles de Haití. Por ejemplo, las costaneras Norte y Sur ya se tenían que haber hecho hace 20 años.
–Solo la Costanera Sur sale unos 200 millones de dólares.
–Lo que salga no importa. ¿Cuánto nos cuesta estar pagando en emergencia nacional la movilización de tanta cantidad de gente?
–¿Tiene una estimación?
–No sabemos todavía lo que va a costar esta última crecida pero se estima que en cada inundación se gasta como 10 millones de dólares. ¡No tiene sentido!
–Este año hubo tres además.
–Exactamente.
–¿Es posible darle un corte definitivo a las inundaciones?
–Sabemos cuál es la solución a las inundaciones. De hecho, este proyecto de la Costanera Sur va a generar un cambio importante, y que no se vuelvan a instalar más las familias en la costa del río. Así, las inversiones se van a pagar solas evitando futuras emergencias.
–¿Hay un plan?
–La segunda parte de la Costanera (Norte) ya se licitó. Ya se está construyendo. Es una donación del Focem (Fondo para la Convergencia del Mercosur). Eso va desde General Santos hasta donde termina la Transchaco.
–¿Con eso se taparía el Bañado Norte?
–Eso taparía el Bañado Norte, exactamente.
–¿En otra inundación ya no se estarían mudando?
–Ya no tendrían esos problemas. La donación ya está y la obra en construcción.
–¿Cuánto cuesta?
–Unos 100 millones de dólares.
–¿Y la Costanera Sur?
–La Costanera Sur. Esa es un área donde hay una mayor concentración de gente. Tiene un costo de 200 millones de dólares. Ya se inició el proceso. Se están estudiando los pliegos para poder hacer la licitación. El Gobierno está decidido a hacer estas obras. No podemos seguir exponiendo a la población a los problemas que acarrea la crecida.
–¿Cuándo comienza efectivamente la Costanera II?
–La segunda parte de la Costanera comienza ahora, en enero. La Costanera Sur creemos que se va a llamar a licitación a mediados del 2016. Lo seguro es que comenzará bajo este Gobierno. No sé si lo terminaremos nosotros o si lo terminará el siguiente gobierno, pero creemos que esta es una solución definitiva a un problema que se está volviendo cada vez más recurrente.
–¿Por qué no se invirtió en infraestructura lo estimado, 1.000 millones de dólares?
–Este año se hicieron licitaciones entre 1.700 y 2.000 millones de dólares. Una obra, si sale 100 millones, se ejecuta 25 cada año. En cuatro años, por lo general, se implementa una obra. El año pasado se licitaron 1.000 millones de dólares, este año otros 1.000 millones, pero nosotros venimos ejecutando obras que se han licitado en años anteriores. Este año se están ejecutando 500 millones de dólares, esto es 25% más que el año pasado. En la medida que se vayan haciendo más licitaciones, el monto seguirá creciendo. En el 2016 estamos estimando que se van a ejecutar obras por 750 millones de dólares, un crecimiento muy importante.
–¿Cuánto fue este año?
–Unos 500 millones de dólares, un monto importante también. Hace unos años nada más, el monto de ejecución de obras públicas era de 200 millones.
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