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Sin embargo, los técnicos consideran que la nueva ruta necesitará de una adecuada conservación debido a que la capa asfáltica es precaria e incapaz de soportar un fluido tráfico de camiones pesados.
La obra demandó unos 20 millones de dólares al Gobierno, pero será necesaria una mayor inversión para hacerla operativa.
Los constructores advirtieron al Ministerio de Obras Públicas de la precariedad de la obra, pero el Ejecutivo insistió en que se realicen con estas características para terminar la ruta cuanto antes y pueda ser inaugurada en el actual periodo de gobierno.
La nueva red vial conecta Mariscal Estigarribia con Infante Rivarola, en el límite con Bolivia. Debido al precario paquete estructural, los técnicos lo compararon con una casa con techo de paja.
El contratista calificó como un paquete económico el hecho de realizar una ruta con una capa tan delgada de asfalto y dejando de lado algunos componentes que lo harían más resistente.
Por ejemplo, la ruta no cuenta con una carpeta de piedra triturada, por el alto costo que significa llevarlas hasta allá.
Se optó por este tipo de estructura por la decisión política del Gobierno de hacer llegar el asfalto hasta la frontera, pero en poco tiempo si no se realiza un refuerzo de la carpeta asfáltica todo se echará a perder.
El ingeniero Franco declaró que se le advirtió al Ministerio de Obras Públicas de este inconveniente. Hay que mantener el techo de paja y cuando se pueda, cambiar por uno de tejas, había declarado el empresario.