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La Artillería celebra su día el 4 de julio de cada año, en conmemoración de la victoria en la batalla de Nanawa el 4 de julio de 1933, durante la Guerra del Chaco. Sin embargo, ayer el acto de recordación se adelantó para permitir que el Jefe de Estado pudiera estar presente.
En una breve ceremonia, el primer mandatario impuso condecoraciones a los coroneles en servicio Édgar Giménez, Severiano Rodríguez, Juan Ovelar, Aníbal Acevedo, Víctor Laguardia y Catalino Alonso. También recibieron distinciones los oficiales retirados Óscar Espínola, Aniceto Galeano y Carlos Maggi, además del oficial brasileño Andrés de Andrade.
Las condecoraciones fueron impuestas en reconocimiento a la gestión que tuvieron durante el servicio que prestaron en la unidad.
El general Carlos Riveros, Comandante de la Artillería, al hacer un recuento de la historia del arma destacó el valor que siempre mostró la artillería. Indicó que los oficiales de la unidad siempre han sido instruidos para servir a la patria manteniendo altos principios éticos y sin anteponer criterios particulares. Aseguró que el objetivo es y será siempre servir a la patria; dejando de lado cuestiones ajenas a la instrucción militar.
Posteriormente el Jefe de Estado descubrió un busto del Mariscal Francisco Solano López que de ahora en más formará parte del patrimonio de la unidad.
Comando en Jefe
Terminado el festejo, el Jefe de Estado dedicó toda la mañana a atender asuntos castrenses.
Se reunió con el comandante de las Fuerzas Militares, Miguel Christ Jacobs, y posteriormente recibió al director de la Dirección de Material Bélico (Dimabel), general Carlos Campos Krauer, quien está investigando la denuncia de tráfico de armas que afecta a la institución. Al término de la reunión, ninguno quiso hablar de lo conversado.
El Jefe de Estado también aprovechó su presencia en la unidad militar para conversar con un grupo de reservistas que llegó hasta el lugar. Familiares de los militares no perdieron la oportunidad de tomarse fotografías con el Jefe de Estado.