Con fuertes críticas al juicio, renunció el ministro Paredes

El ministro de la Corte Suprema Felipe Santiago Paredes renunció ayer a su cargo a través de una nota llevada al Senado por el abogado Adolfo Ferreiro. En la misma considera inaceptable su sometimiento "a un juicio político selectivo, subjetivo, sin garantías, con sentencia contraria ya pactada políticamente y anunciada". No se descarta que en las próximas horas otros ministros hagan lo propio.

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El ministro Paredes, de extracción colorada, se convirtió ayer en el tercero que renuncia, tras la decisión de los partidos políticos con representación parlamentaria y el Presidente de la República de someter a juicio a seis integrantes del máximo tribunal. De esta forma, solamente quedan por ahora tres ministros que serán sometidos a juicio político. Algunas versiones señalan que el próximo en presentar su renuncia sería el ministro de extracción liberal Luis Lezcano Claude.

En la nota que el abogado Ferreiro presentó ante el presidente del Congreso, Carlos Mateo Balmelli, el miembro de la Corte califica el juicio de "selectivo, subjetivo, sin garantías, con sentencia previa contraria ya pactada políticamente y anunciada".

Paredes expresa también que aun en la hipótesis de que, en la sesión plenaria de la Cámara de Diputados, el proyecto de resolución pudiera ser modificado o desestimado, igual renunciaría inmediatamente.

La nota del miembro de la Corte también aclara expresamente que se reserva el derecho de gestionar su jubilación ordinaria.


"UNA PAYASADA"

El abogado Ferreiro fue mucho más duro con el juicio político, que lo calificó de "simulacro" y "payasada". Indicó que el procedimiento no guarda ningún respeto ni con el ministro Paredes ni con las instituciones, por lo cual no se prestará a una "comedia". Al respecto dijo que basta con escuchar a los legisladores, que no solamente están cantando cuantos votos tienen, sino también quiénes los va a reemplazar.

Ferreiro no descartó que los antecedentes se remitan a la justicia ordinaria, donde, a su entender, tendrán mucha más posibilidades de un juicio justo que en el Parlamento.

Indicó que la renuncia es para no exponerse a un manoseo y a una humillación que no solamente es degradante para Paredes, sino para las instituciones de la República, incluso para el mismo Congreso. "Le voy a decir claramente: un Congreso que hace lo que está haciendo, el Congreso paraguayo, es un Congreso que se tiene muy poco respeto a sí mismo", apuntó.
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