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“Acá no van a entrar. Esto es propiedad privada”, fue la tajante advertencia que un equipo periodístico de ABC Color recibió de un grupo de campesinos, al intentar ingresar a un camino interno –efectivamente una propiedad privada– en la colonia Guahory. El acceso estaba cerrado con troncos y ramas de árboles secos. Nuestra intención era constatar la retención ilegal que estaba sufriendo en su propia tierra un ciudadano de origen brasileño, con hijos paraguayos.
Al insistir que si no podíamos entrar con el móvil del diario lo haríamos a pie, la respuesta fue la misma. “No van a entrar”. Al intentar obtener mayor explicación, el grupo se alejó del lugar.
Este es el caso de la familia de Roque Gibbert, quien está afincado en el lugar desde hace 40 años. Hasta hace algunos años, era considerado uno de los benefactores del lugar, pero ahora todo cambió.
“Estoy preso en mi propiedad. Hace 30 días que no puedo salir. No tengo energía eléctrica porque cortaron todos los cables, y tampoco me permiten arreglarlo”, manifestó en conversación telefónica con ABC Color. Manifestó que a duras penas consigue alimentos. Como su propiedad linda con el río Yguazú, algunos amigos cruzan en bote para llevarles comida, entre otras cosas.
“Estoy aquí con mi esposa y mi hijo. Está difícil. Estamos en la cárcel, en mi propiedad”, reiteró.
Las tierras de Gibbert no están en discusión. Tiene título de hace más de 60 años, según dijo. Pero habría cometido el “pecado” de haber apoyado con sus tractores a la policía para derribar los ranchos que habían construido los invasores en una propiedad de unas 1.200 hectáreas que están frente a sus tierras, cruzando la calle.
Gibbert denunció que aparte de tenerlo preso, los campesinos quemaron unas 100 hectáreas de trigo que estaban a punto de ser cosechados.
nespinola@abc.com.py
Fotos: Gustavo Machado