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Se trata de los hermanos Cecilio Ramoa, Fermín Ramoa, además de Eliodoro Ramón Ibáñez y Carlos Marmolejo, quienes fueron detenidos por la Policía Nacional en operativos realizados entre la noche del jueves y madrugada del viernes 16 y 17 de octubre, respectivamente.
Igualmente, el poderío de la diputada y los narcopolíticos de Canindeyú utilizan todas sus influencias para forzar el sobreseimiento definitivo de Pablo Rubén Jara González, procesado por narcotráfico, que se desempeña como jefe del Distrito 14 del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones MOPC, con sede en el kilómetro 40 de Canindeyú. Había caído con un cargamento de más de 200 kilos de marihuana prensada el 14 de marzo de 2010, operativo realizado por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Fuentes confidenciales confirmaron a ABC Color que la defensa de los peligrosos delincuentes planteó la revocatoria de la prisión, con lo que pretenden forzar la libertad de los matones. De acuerdo a los datos, el juez de primera instancia de Curuguaty, Carlos Martínez, ya notificó al Ministerio Público y la próxima semana el mismo magistrado debe resolver si otorga la libertad a los peligrosos malvivientes que fueron detenidos en un primer procedimiento llevado a cabo por la fuerza de seguridad tras el asesinato de Pablo Medina y Antonia Almada.
Según las denuncias, la diputada colorada y su hermano Carlos “Cabrito” Villalba o Carlos “Paloma” Villalba, intendente de La Paloma, ejercen fuertes presiones sobre los fiscales y jueces por lo que el caso se torna muy difícil, atendiendo a que el “clan Villalba” es considerado poderoso y manejan todas las instituciones, principalmente el Poder Judicial. Temen que obtengan su libertad, ya que la narcopolítica hace temblar el pulso a los jueces, fiscales y otros integrantes del organismo de seguridad de nuestro país.
La “desesperación” de la legisladora para que liberen a los sicarios sería la amenaza de los malvivientes de “abrir la boca” para comprometarla con el crimen de Pablo Medina y la joven Almada.
En el Poder Judicial de la ciudad de Curuguaty, la diputada Cristina Villalba tiene sus informantes, por lo que todo lo que surge en la investigación del asesinato del periodista llega a sus oídos. Se presume que a raíz de eso los investigadores no pueden capturar a los implicados en el atentado. Es decir, Vilmar “Neneco” Acosta, su hermano Wilson Acosta y su sobrino Flavio Acosta Riveros están al tanto de lo que puede pasar en una eventual intervención, revelaron fuentes.