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En la misiva, Martínez pone énfasis en que la mediocridad del país se debe al sistema de educación deficiente, el cual fue una herencia de los 40 años de dictadura “donde pocos tuvieron la oportunidad que tuvo su familia de forrarse de dinero y amasar fortunas de orígenes sucios”, incluyendo en este punto al presidente de la República, Mario Abdo, y a su medio hermano Benigno López, y el entorno de ambos.
“Hoy solo me resta decirle una cosa, Sra. Eulerich, capaz este país sea mediocre, pero tiene dignidad, tiene decencia, tiene orgullo, y por sobre todo, esa mayoría no privilegiada tiene la posibilidad de salir a la calle y no ser señalada con el dedo como lo es su marido y a partir de ahora, usted, por desubicada e irrespetuosa”, señala antes de recordarle a Eulerich que el respeto se gana y no se impone.