Chofer de “Neneco” salió de escondite porque lo iban a matar

Arnaldo Cabrera López, chofer de Vilmar Acosta Marques, dijo que salió de su escondite cuando fue alertado de que uno de los capangas de su patrón lo estaba buscando.

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Se trata de una persona a la que también se la vincula con el crimen de Julián Núñez Benítez, exintendente de Ypejhú. Cabrera dijo que los Acosta tenían el respaldo de personas importantes e influyentes.

En su declaración ante la fiscalía, Cabrera cuenta que desde el día del atentado estuvo en el asentamiento Americano Cue hasta donde fue llevado, a pedido de “Neneco”, por Reinaldo Ramón Balcázar, un funcionario municipal de Ypejhú.

El 8 de diciembre decidió dejar ese lugar. “Me dispuse a salir cuando recibí la información a través de mi concubina María Antonia López. En estos días Cristino Velázquez fue hasta mi casa a preguntar por mí, portando él un arma de fuego por la cintura, eso asustó a mi concubina y me avisó, por lo que decidí salir de mi escondite para llegar hasta mi casa (en Ypejhú), ocasión en que fui detenido por las autoridades policiales de la zona”, señaló en su declaración indagatoria.

Velázquez es pariente político de los Acosta y aparece involucrado en el homicidio de Julián Núñez Benítez, ocurrido el pasado 1 de agosto en Ypejhú, en horas de la noche.

Los relatos identifican a quienes iban en las motos: en la primera iban Wilson Acosta (hermano del intendente) y Velázquez (pariente político de Acosta). En la segunda moto iban Vidal Junior Acosta (hermano del intendente) y Gustavo Acosta Gadea (acompañante y sobrino del exintendente, ahora prófugo y acusado de haber hecho asesinar a Pablo Medina).

Como parte de la investigación del homicidio de Julián Núñez, el fiscal Néstor Cañete ordenó el pasado miércoles la detención de Vilmar Acosta Marques, hasta hace poco intendente de Ypejhú y prófugo de la justicia por el asesinato del periodista Pablo Medina. Además dispuso la detención de su hermano Wilson Acosta Marques y del hijo de este, Gustavo Acosta Gadea, alias “Chiqui”, quienes serían los autores materiales del asesinato de Julián Núñez, ocurrido en la vía pública del barrio Virgen de Fátima de la ciudad de Ypejhú.

Núñez tenía 47 años cuando fue ultimado, tenía dos hijos que debieron huir con su madre de Ypejhú, por las amenazas existentes de parte del entorno de los Acosta.

Había sido intendente de Ypejhú desde el 2006 hasta el 2010 y ya se estaba postulando nuevamente para el año que viene.

La orden de captura se dio en coincidencia con la detención de Arnaldo Cabrera López, chofer del exintendente Vilmar Acosta Marques, prófugo de la justicia.

Sin embargo, Velázquez no aparece en la lista de personas con órdenes de captura.

Cabrera expresó su temor hacia los Acosta Marques.

“Mi intención fue siempre colaborar con la justicia sobre lo sucedido y todos los demás hechos de los que tengo conocimiento fueron realizados por los Acosta Marques, los cuales nunca me animé a denunciarlos por temor a perder mi vida y la de mi familia, ya que en Ypejhú la familia Acosta es muy temida y conocida por las personas que estén en contra de su actuar, porque cuentan con el respaldo de personas importantes e influyentes”, relató Cabrera a los agentes fiscales Sandra Quiñónez, Cristina Roig y Lorenzo Lezcano.

Por seguridad, el juez de garantías Carlos Martínez dispuso la reclusión de Cabrera en la Agrupación Especializada.

La fiscalía lo imputó por homicidio doloso en grado de complicidad, ya que con su teléfono, Vilmar Acosta monitoreó el atentado, ocurrido el pasado 16 de octubre en Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú, que costó la vida de Pablo y de Antonia.

También la familia de Cabrera se encuentra bajo resguardo, ya que de por medio hay intenciones de “quema de archivo” y de represalias contra Cabrera. En este caso, además de Vilmar, están prófugos su hermano Wilson y su sobrino Flavio Acosta.

Una comitiva presidida por el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, el fiscal de Asuntos Internacionales y la fiscala Sandra Quiñónez se reunirá el martes en Brasilia, Brasil, con el procurador general de ese país, Rodrigo Janod.

El tema a ser tratado es el caso de los hermanos Vilmar y Wilson Acosta Marques.

Las autoridades paraguayas cuentan con informaciones extraoficiales, de que los hermanos Acosta Marques poseen documentación brasileña.

Además ambos estarían ocultos en el Brasil. Este país no tiene tratado de extradición con Paraguay.

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