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Tras una breve oración dirigida por un capellán militar, el ataúd fue colocado sobre un carro fúnebre e inició una lenta marcha por la capital, resguardado por efectivos de la Guardia de Honor militar. Los restos del exmandatario serán venerados por sus seguidores hasta que se realicen las exequias, mañana, viernes.
Lo que viene
Tras la muerte del líder, ahora el movimiento “revolucionario” buscará “hacer todo lo de Chávez, sin Chávez”, como dijo ayer un emocionado Ricardo Menéndez, ministro de Industria.
“Los chavistas van a radicalizarse. Tienen que garantizar la unidad de los chavistas alrededor de Chávez y tienen que colocar en la mente de la gente la idea del presidente de que los enemigos están ahí y van a entregar el país”, asevera el analista Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.
“Seguramente, vamos a ver lo que hemos visto en las últimas semanas, un discurso en el chavismo más radical, amenazante, más intolerante incluso que el del presidente (Chávez), para contrarrestar cualquier movimiento que pudiera deslegitimarlos”, opina la analista política Mariana Bacalao, profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV, pública).
“Pero eso no significa que vaya a ser así más adelante, si siguen en el poder tras las elecciones”, agregó.
El heredero político de Chávez, Nicolás Maduro, quien ya ha decidido quedarse en el poder a pesar de lo que dispone la Constitución, afronta el reto de reemplazar a un caudillo carismático, que ejercía el poder de forma personalista y que dejó un país completamente polarizado, con su discurso agresivo y excluyente contra la oposición resumido en el lema “Los que quieran patria, vengan conmigo”.
También le toca al vicepresidente insistir en la unidad e intentar acallar los rumores sobre los conflictos en el seno del chavismo, como la rivalidad con el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, un exmilitar que participó junto a Chávez en el golpe de estado fallido liderado por él.
“Es muy útil el miedo en el chavismo para garantizar que la gente vote”, dice León.
Para este analista, al oficialismo le interesa una elección, cuya fecha aún no ha sido fijada, “cuanto más rápido mejor”.
“La muerte de Chávez es sin duda un elemento que va a ser utilizado en las elecciones. Va a ser resaltado como un prócer, como un líder de la independencia, cosas que generan emoción en las masas”, explicó.
“El gobierno va a tener una ventaja alrededor de las emociones”, agregó León, que recordó que “Maduro no es Chávez, no tiene su estatura en términos de liderazgo político”.